- Sol, ¿tú estás segura de que entre nosotros no hay nada?
- No, no estoy segura.
- Por que me viene a la cabeza eso que me dijiste una vez. Que te gustaría tener una relación secreta... Nosotros podríamos intentarlo ¿no?
- Pues no lo sé. Es que Emanuel, yo sé que no podría estar contigo.
- ¿Por qué? ¿Por lo de Julia?
- Sí, y por otras cosas.
- Porque fumo.
- Sí.
- Yo lo dejaría. Por ti lo dejaría.
- No, no lo dejarías. Son tus amigos los que te enganchan y yo nunca te pediría que dejases a tus amigos.
- Pero yo lo haría y si no lo intentamos no va a pasar.
El miedo. Las dudas. El miedo. El miedo. El miedo.
- ¡No! Para, por favor. Es que no lo entiendes, son muchisimas cosas las que nos impiden estar juntos y yo no quiero hacerte daño.
- ¿Cómo me vas a hacer daño?
- ...
- Bueno, tienes razón. No funcionaría.
Y Sol deseó con todas sus fuerzas no tener razón. Y le costó no decirle nada porque sabía que lo había elegido a ÉL, pero el miedo le comía las entrañas. Solo le pedía al cielo que Em no se cansase de esperarle..
Y que Mark, a pesar del daño que le había hecho fuese feliz. Hecharía de menos su sonrisa, y sus discusiones y sus intentos de arreglar las cosas. Eran muchos años los que habían pasado juntos, muchos momentos, muchas historias y muchos recuerdos. Y estaba segura que lloraría por las noches en silencio. Pero Emanuel lo había conseguido, le había enamorado con sus cosas, sus miradas, sus caricias. Y eso que Em era definitivamente un amor imposible.
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Oh, porque no lo intenta? Siempre hay mucho que no nos gusta del otro. Pero amoldarlo a nuestros gustos es como querer lograr la perfección absoluta en algo! Y no se puede. Además de que luego la relación seria monotona!! y muy aburrida!
ResponderEliminarUn saludo!! amo tu blog!
Pues yo no querría estar con alguien que se deja enganchar por sus amigos a cosas que realmente no le gustan.
ResponderEliminarmimo
ai para mi deberias intentar y ver que pasa, lo merece despues de tanto sufrimiento!
ResponderEliminarcuidate