.

No puedes imaginar cuanto te quiero, ahora los relojes pararán. acercándote a mi pelo, y tu mirada otra vez...

domingo, 30 de enero de 2011

No será lo ultimo que te escriba, feo...

Me he dado cuenta de que te he olvidado. ¿Sabes por qué? Anoche llegué a casa y lo primero que hice al acostarme no fue pensar en ti, fue intentar no pensar en él. Porque desde hace unos días al despertarme ya no me digo: voy a verle por los pasillos y quizá arreglamos las cosas; lo que pienso es: ¿Se peleará hoy con alguien? Ya queda menos para verle.
Se me ha olvidado tu olor, y no busco tu sonrisa por ningún lado. He metido la chaqueta que un día me dejaste y que nunca te devolví en un cajón de mi armario. No tengo ganas de verte o, mejor, me es indiferente verte. No te quiero. No te quiero. No te quiero. De verdad que ya no lo hago. Ya no busco en el tuenti tu nombre y si estás conectado una escusa para hablarte. Ya no sueño con tus manos, ni con tus besos, ni con tu voz y palabras. Ha dejado de gustarme esa canción que me parecía que contaba nuestra historia y también la que una tarde de verano pusiste mientras estábamos tumbados en la hierba. Y ya no me hace falta acordarme todos los días de olvidarte. Ya no te olvido, no me hace falta.

domingo, 23 de enero de 2011

Y si no existe el amor ¿qué nos queda?

¿Alguna vez os ha pasado, que habéis ido a ver una película de esas románticas y de comedia, y en lugar de haceros sonreír os ha hecho llorar? Porque a mí sí. Ver ese amor de película me ha hecho ver que yo no he tenido nada igual, y que posiblemente no lo vaya a tener nunca. Porque seamos sinceros, ¿que chico pararia un autobús en mitad de la carretera solo para decirte que te necesita más que a nada? ¿Cuál de ellos espera sentado en el portal de tu casa, bajo una tormenta, solo para darte un ramo de rosas y pedirte perdón? ¿Cuál escribe a tres metros sobre el cielo en un puente cuando vuestra relación se tambalea? ¿Qué chico es capaz de estar a tu lado a pesar de estar loca? ¿Cuál se inventa un juego con una caja con forma de tiovivo en el que tienes que pasar pruebas solo para hacerte sonreir? ¿Cuál se entierra bajo el lodo solo para que vuestra relación sea eterna? ¿De verdad existen los amores de verano que duran para siempre? ¿Desde cuando el chico malo se convierte en bueno con solo mirarte? Nada de eso es real. Nada de eso pasa en realidad. Y cuando ves esa clase de películas te das cuenta de que nunca vas a tener una historia así. Vamos, si ni si quiera has tenido una relación seria. Ni si quiera te han dicho te quiero mirándote a los ojos y de verdad. ¿Alguna vez os ha pasado?

jueves, 20 de enero de 2011

Intenté acordarme de ti, pero no pude.

No estabas allí. Lo había puesto todo patas arriba. Había derribado puertas y atravesado ventanas. Las tormentas del pasado me habían vuelto a hacer temblar. El frío que había escondido en cajas cerradas con llave volvió a instalarse dentro de mí cuando reviví esos recuerdos olvidados. Te busqué en cada uno de ellos. Intentaba recordar tu olor y el sonido de tu risa, la manera en que pronunciabas mi nombre, la forma en que me mirabas y si era verdad que guiñabas los ojos sin darte cuenta o si eso era solo fruto de mis sueños. Busqué hasta que salieron a la luz todas las cosas que había decidido guardar muy al fondo de mi corazón. Te busqué, te lo juro. Pero no te encontré. Ya no estabas.

martes, 11 de enero de 2011

Él es mucho mejor que Tú.

Porque sí, te doy la razón, él no me conviene. ¿Pero sabes que es lo mejor? Que puede que sea un chico malo, de los de película. Que fume, y no solo tabaco, que beba y se drogue, ¿pero sabes por qué lo hace? Porque necesita evadirse del mundo, porque siente que no hay nadie en esta vida que realmente valga la pena, que sus padres le rechazan, que le envían lejos, que le hacen las cosas imposibles, y que sí, sus amigos están ahí, pero por ellos no se despierta por las mañana sonriendo. Y yo quiero cambiar eso. Quiero que vea todas las cosas buenas que tiene la vida. Que no todo es blanco o negro, que en el mundo hay miles de tonalidades grises que tiene que probar. Quiero que quiera. Que me quiera. Y que aprenda que hacerlo no es malo, que es la cosa más bonita que te puede pasar. Porque sí, puede que sea un chico malo, que me guíe por el mal camino, que se meta en peleas para desahogarse, que grite, que amenace, que sea un chulo; pero por lo menos no es un chulo putas, no va con todas y las deja tiradas y las vuelve a utilizar cuando le conviene. Es sensible y detrás de esa máscara de me importa una mierda todo, de a mi no te me acerques porque te dolerá, está una de las mejores personas que te puedas encontrar.
Mejor que tú.
Mucho mejor que tú.

miércoles, 5 de enero de 2011

No merecía la pena.

Miraba, pero no veía. Y quería que diseñase su vida como si fuese un edificio o una de las pasarelas de París. Yo le dije que no podía, que las cosas no funcionaban así, pero no pareció escucharme, aunque si que me oyó… pero claro sí que oía, nunca escuchaba. Se le fueron los suspiros cuando se enteró de que me iba, y un año después me dijo que no se acordaba de olvidarme. Yo volví, claro que lo hice, pero ya estaba loca de atar y sus padres jamás me dejaron acercarme a su casa. Me dijeron que ya había hecho bastante daño y me entró miedo de perderla. Nunca más la volví a ver y yo si que me acordé de olvidarla.

domingo, 2 de enero de 2011

Te convertiste en la goma que apretaba mi corazón.

Y entonces te conocí… Tenías la nariz rota de tanto puñetazo, y dos cicatrices pequeñas en la cara. No sonreías, y en tus ojos de dieciséis años se podían ver los daños hechos por tus padres, por las drogas y el alcohol, y lo intentos desesperados de desahogar tu rabia con cualquier persona que se te cruzase y te mirase más de dos veces seguidas. Te costó aprenderte mi nombre, tanto que me señalabas, y me llamabas niña, tú, Carla, o Sandra. Pero la primera vez que pronunciaste el que era, tu voz se hizo la goma que apretaba este corazón hecho pedazos. Y sentí que quería quitarte esa máscara de chico malo para que mostrases tu lado más dulce, solo para mí.