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No puedes imaginar cuanto te quiero, ahora los relojes pararán. acercándote a mi pelo, y tu mirada otra vez...

martes, 28 de diciembre de 2010

Tu cuarto

Podría decir a ciencia cierta y con los ojos cerrados que si tuvieses que elegir un lugar para vivir sería mi cuarto. Si tuvieses que elegir un gesto serían mis ojos, achinados al sonreír. Que si te dijeran que eligieses un sonido sería el de mi voz, mezclado con la risa y la música. Podría decir sin temor a equivocarme que me quieres. Que necesitas mis abrazos para resistir y mis besos para no romperte. Y ¿sabes qué te digo? Que tú también podrías decir a ciencia cierta y sin temor a equivocarte que si yo tuviese que elegir un lugar en el que vivir sería tu cuarto…

miércoles, 22 de diciembre de 2010

I love you..

Yon:
Te prometo hacer todo lo posible por ir a ver a Bianca cuanto antes. Sé que está mal, pero yo, desde aquí, no puedo solucionarlo. Y parece que todos os habéis empeñado en ponerme un papel de heroína que no puedo llevar. Las cosas cambian, sí, e igual Bianca ha decidido cambiar el curso de las cosas por ella misma… ¿Sabes? A veces pienso que tú también deberías hacerlo. No puedo ocuparme de esto ahora, a si que deberíais encargaros vosotros, (los de antes), de cuidarla y de evitar que se vaya por el mismo camino que un día cogí yo.
Por otra parte, y respecto a tu última carta, tengo que contarte una cosa: ¿Te acuerdas del chico que me invitó a tomar café? Pues estamos juntos. Es rubio, es guapo, tiene los ojos azules y es francés. Cuando le miro aun echo de menos el verde de tu mirada, pero tú mismo lo dijiste, ya nada es como antes, y el mundo parece empeñado en conseguir que te olvide al poner a Matt en mi camino. ¿Aun recuerdas esa lista que tenía en la libreta morada? ¿Esa que ponía las cosas que más deseaba hacer en este mundo? Pues en dos meses, Matt ya ha conseguido que tache unas ocho: Me llevó a la torre Eiffel, me besó bajo la lluvia, me dedicó una canción al piano, me regaló un ramo con siete rosas azules y una roja, vimos una película y lloramos los dos, me hizo reir y llorar de alegría y a la vez, hicimos el amor bajo la luna llena, y me regaló una estrella. Tú, en dos años, ni si quiera conseguiste que tachara una… Hay veces que pienso que me quedaría con él para siempre, pero entonces me acuerdo de ti, de tu sonrisa blanca y torcida, del mechón de pelo que siempre te caía por la frente en los momentos menos apropiados, de tu sabor a amor, del sonido de tu risa, y de tus brazos que al rodearme me hacían sentirme la personas más a salvo de todo el planeta. Tú siempre fuiste el chico malo, y me hiciste tanto daño que pensaba que no te lo perdonaría nunca. Pero ayer estaba pensando que sí, he conocido a alguien maravilloso, pero que no eres tú… Y eso duele.
Yo también te echo muchísimo de menos, y necesito verte... Te quiero.
P.D: El lunar de mi hombro tiene forma de corazón.
Sandra.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Podrías, pero no vas a hacerlo.

Podrías dibujarme las estrellas en el techo de mi cuarto y hacer que iluminen mis noches oscuras. Podrías susurrarme poemas de esperanza al oído, para que mi mundo no se derrumbe cuando llegan los pensamientos horribles. Podrías cantarme canciones de guitarra y alegrar el aire envenenado que me rodea. Podrías hacer galletas de chocolate para recordarme a mi infancia y hacerme olvidar el pesado día a día. Podrías abrazarme fuerte y darme el calor que me quita el gélido invierno. Podrías coger pegamento híper fuerte para pegar las grietas de mi corazón roto. Podrías escribirme miles de cartas diciéndome lo mucho que me quieres , porque las palabras se las lleva el viento…

jueves, 9 de diciembre de 2010

Porque es ella, ellas, nosotras y yo.

Ella endulza el aire con coco al pasar. Sus piernas, pálidas en invierno y doradas en verano, se balancean con el movimiento de sus caderas. Provoca, aunque quien la conoce sabe que no quiere hacerlo. Es pura. Tanto que muchos la califican de estrecha. Pero no es ilusa, si no realista, y entiende que el mundo está hecho para dar golpes, que no hay que dejarse engatusar por chicos de sonrisas bonitas, que eso acaba muy mal. A si que se mantiene al margen de los líos y de la vida más loca juvenil. Tímida, sí, pero valiente, fuerte. Tanto que afronta las cosas de cara y sin esconderse. Tanto que su corazón aguanta tormentas sin pararse. Tanto que solo llora cuando siente que si no explota, y que si por ella fuese lo haría en un rincón escondido del mundo. Es buena, santa, heroína de su vida y de la de los demás. Porque antes herirse a si misma que a quienes quiere. Es bonita, no, preciosa. Tanto que la luna se para a mirarla cuando pasa. ¿Y su sonrisa? Mágica. Porque siempre está ahí, aunque se declare peligro por torrentes y tornados en su interior. Y si está triste solo se lo ves en la mirada. En esos ojos que se le achinan al sonreír. La gente habla, y dicen que un día se escapará del mundo, que no está hecho para ella.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Dormiré llorando tu nombre para siempre.

Anoche volví a dormirme llorando tu nombre. Tu voz se intensificaba en mis oídos y tus recuerdos pasaban por mis ojos para clavarse en mi piel. Intenté parar el llanto, porque las lágrimas eran como cuchillas corriendo por mis mejillas, pero la angustia me había agarrado el pecho y el corazón se me encogía de dolor. ¿Alguna vez has sentido miedo? Se metió dentro de mí, empeñado en hacerme creer que tu imagen se difuminará con el tiempo, pero ¿sabes? No voy a guardar nuestros momentos en un rincón de mi corazón para evitar que se vayan. Anoche volví a dormirme llorando tu nombre, porque así te mantengo vivo dentro de mí.


Esto es para ti,
porque la muerte no conseguirá que no recuerde tu rostro o tu voz.