.

No puedes imaginar cuanto te quiero, ahora los relojes pararán. acercándote a mi pelo, y tu mirada otra vez...

martes, 28 de diciembre de 2010

Tu cuarto

Podría decir a ciencia cierta y con los ojos cerrados que si tuvieses que elegir un lugar para vivir sería mi cuarto. Si tuvieses que elegir un gesto serían mis ojos, achinados al sonreír. Que si te dijeran que eligieses un sonido sería el de mi voz, mezclado con la risa y la música. Podría decir sin temor a equivocarme que me quieres. Que necesitas mis abrazos para resistir y mis besos para no romperte. Y ¿sabes qué te digo? Que tú también podrías decir a ciencia cierta y sin temor a equivocarte que si yo tuviese que elegir un lugar en el que vivir sería tu cuarto…

miércoles, 22 de diciembre de 2010

I love you..

Yon:
Te prometo hacer todo lo posible por ir a ver a Bianca cuanto antes. Sé que está mal, pero yo, desde aquí, no puedo solucionarlo. Y parece que todos os habéis empeñado en ponerme un papel de heroína que no puedo llevar. Las cosas cambian, sí, e igual Bianca ha decidido cambiar el curso de las cosas por ella misma… ¿Sabes? A veces pienso que tú también deberías hacerlo. No puedo ocuparme de esto ahora, a si que deberíais encargaros vosotros, (los de antes), de cuidarla y de evitar que se vaya por el mismo camino que un día cogí yo.
Por otra parte, y respecto a tu última carta, tengo que contarte una cosa: ¿Te acuerdas del chico que me invitó a tomar café? Pues estamos juntos. Es rubio, es guapo, tiene los ojos azules y es francés. Cuando le miro aun echo de menos el verde de tu mirada, pero tú mismo lo dijiste, ya nada es como antes, y el mundo parece empeñado en conseguir que te olvide al poner a Matt en mi camino. ¿Aun recuerdas esa lista que tenía en la libreta morada? ¿Esa que ponía las cosas que más deseaba hacer en este mundo? Pues en dos meses, Matt ya ha conseguido que tache unas ocho: Me llevó a la torre Eiffel, me besó bajo la lluvia, me dedicó una canción al piano, me regaló un ramo con siete rosas azules y una roja, vimos una película y lloramos los dos, me hizo reir y llorar de alegría y a la vez, hicimos el amor bajo la luna llena, y me regaló una estrella. Tú, en dos años, ni si quiera conseguiste que tachara una… Hay veces que pienso que me quedaría con él para siempre, pero entonces me acuerdo de ti, de tu sonrisa blanca y torcida, del mechón de pelo que siempre te caía por la frente en los momentos menos apropiados, de tu sabor a amor, del sonido de tu risa, y de tus brazos que al rodearme me hacían sentirme la personas más a salvo de todo el planeta. Tú siempre fuiste el chico malo, y me hiciste tanto daño que pensaba que no te lo perdonaría nunca. Pero ayer estaba pensando que sí, he conocido a alguien maravilloso, pero que no eres tú… Y eso duele.
Yo también te echo muchísimo de menos, y necesito verte... Te quiero.
P.D: El lunar de mi hombro tiene forma de corazón.
Sandra.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Podrías, pero no vas a hacerlo.

Podrías dibujarme las estrellas en el techo de mi cuarto y hacer que iluminen mis noches oscuras. Podrías susurrarme poemas de esperanza al oído, para que mi mundo no se derrumbe cuando llegan los pensamientos horribles. Podrías cantarme canciones de guitarra y alegrar el aire envenenado que me rodea. Podrías hacer galletas de chocolate para recordarme a mi infancia y hacerme olvidar el pesado día a día. Podrías abrazarme fuerte y darme el calor que me quita el gélido invierno. Podrías coger pegamento híper fuerte para pegar las grietas de mi corazón roto. Podrías escribirme miles de cartas diciéndome lo mucho que me quieres , porque las palabras se las lleva el viento…

jueves, 9 de diciembre de 2010

Porque es ella, ellas, nosotras y yo.

Ella endulza el aire con coco al pasar. Sus piernas, pálidas en invierno y doradas en verano, se balancean con el movimiento de sus caderas. Provoca, aunque quien la conoce sabe que no quiere hacerlo. Es pura. Tanto que muchos la califican de estrecha. Pero no es ilusa, si no realista, y entiende que el mundo está hecho para dar golpes, que no hay que dejarse engatusar por chicos de sonrisas bonitas, que eso acaba muy mal. A si que se mantiene al margen de los líos y de la vida más loca juvenil. Tímida, sí, pero valiente, fuerte. Tanto que afronta las cosas de cara y sin esconderse. Tanto que su corazón aguanta tormentas sin pararse. Tanto que solo llora cuando siente que si no explota, y que si por ella fuese lo haría en un rincón escondido del mundo. Es buena, santa, heroína de su vida y de la de los demás. Porque antes herirse a si misma que a quienes quiere. Es bonita, no, preciosa. Tanto que la luna se para a mirarla cuando pasa. ¿Y su sonrisa? Mágica. Porque siempre está ahí, aunque se declare peligro por torrentes y tornados en su interior. Y si está triste solo se lo ves en la mirada. En esos ojos que se le achinan al sonreír. La gente habla, y dicen que un día se escapará del mundo, que no está hecho para ella.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Dormiré llorando tu nombre para siempre.

Anoche volví a dormirme llorando tu nombre. Tu voz se intensificaba en mis oídos y tus recuerdos pasaban por mis ojos para clavarse en mi piel. Intenté parar el llanto, porque las lágrimas eran como cuchillas corriendo por mis mejillas, pero la angustia me había agarrado el pecho y el corazón se me encogía de dolor. ¿Alguna vez has sentido miedo? Se metió dentro de mí, empeñado en hacerme creer que tu imagen se difuminará con el tiempo, pero ¿sabes? No voy a guardar nuestros momentos en un rincón de mi corazón para evitar que se vayan. Anoche volví a dormirme llorando tu nombre, porque así te mantengo vivo dentro de mí.


Esto es para ti,
porque la muerte no conseguirá que no recuerde tu rostro o tu voz.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Tu sonrisa es mi felicidad.

- Tu sonrisa es mi felicidad y tu aliento mi aire. Y cuando hace frío, y mi cuerpo tirita, tus brazos son mi calor. Te quiero. Te necesito. ¿Tienes idea de lo maravilloso que es eso? Es levantarme por ti y acostarme sonriendo sabiendo que te veré mañana. Que estaremos juntos, si no para siempre, por lo menos hasta que el fuego de nuestro amor se apague por una nevada. Pero aun entonces nos acordaremos el uno del otro como lo hacemos hoy. Porque contigo el miedo desaparece y cada día hay algo nuevo que descubrir. Eres todos esos pequeños detalles: Rosas, canciones, sonrisas, gritos, lágrimas, manos, palabras y silencios. Y hasta respirar debajo del agua se hace posible. Eres mis razones y mis motivos. Eres el porqué de lo que hice, lo que hago y lo que haré...
Y entonces él la besó como aun no lo había hecho nunca.

martes, 23 de noviembre de 2010

Si tú no estás aquí...

Al ver las fotos sintió que se rompía en pedazos, y la soledad de saber que él ya no estaba, que se había ido para siempre llenó su alma, resquebrajándola. No podía llorar y sin embargo, las lágrimas corrían por su cara, haciendo caída libre desde sus ojos. Y entonces, llegaron dos ángeles, sus dos ángeles, esos por los que seguía viviendo, una de esas corrientes de aire que le hacían permanecer en la superficie de la tierra y no volar alto y lejos.
- Ama, ¿por qué estás siempre tan triste?
- Es que hecho de menos a aita, y quiero abrazarle muy fuerte pero no puedo hacerlo.
- ¿Es por que está en el cielo?
- Sí, cariño.
- Y si está en el cielo ¿por qué no le veo?
- Pues porque el cielo es muy muy grande.
- ¿Pues sabes lo que voy a hacer? Voy a subir a un avión, voy a ir hasta el cielo a buscarle y lo voy a traer otra vez con nosotros. ¿Vale, ama? Así podrás abrazarle fuerte.

Si dos niños de tres y siete años creen que pueden traer de vuelta a la vida a su padre con solo subirse a un avión, ¿cómo vamos a perder nosotros la esperanza?


sábado, 20 de noviembre de 2010

No more you.

No más lágrimas. No más caras tristes. Ni pensamientos negativos. Ni sonrisas forzadas. Porque voy a dejar que la llama de tu amor se extinga entre mis manos. Que se escurra de mis dedos. Y que caigas y te metas dentro de otra persona. Que os queráis, que a mi no me importa. Que ahora duele, pero dentro de un tiempo no, porque me he dado cuenta que tropezar con la misma piedra por cuarta vez ya es demasiado. Que puede que seas la mejor persona del mundo. Pero no valoras. Y a veces no te das cuenta de las cosas. De que te quiero, de verdad. Y sé que yo he hecho mal las cosas, muy mal, pero intento arreglarlo y tú no me dejas. A si que cariño, a partir de ahora, no más dolores de cabeza por ti. A partir de ahora no mas tú.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Llueve, y hace frío sin ti, pero se vive.

Llueve. ¿Sabes? La lluvia me recuerda mucho a ti. Siempre creí que eras como las tormentas de verano, que llegan, lo mojan todo, y se van. Tú hiciste lo mismo en mi corazón, llegaste y lo llenaste todo de ti, conseguiste que explotara en miles de relámpagos de luz, que tronase de alegría y felicidad, y luego te fuiste, dejándolo mojado y ahogado. ¿Sabes? Desde ese momento creí que las tormentas de verano eran preciosas, porque ahora que no estás me sacan la sonrisa de tus recuerdos. Y a veces bailo bajo la lluvia, simulando que eres tu el que me empapa con tu amor, y eso me hace reír a carcajadas y entonces, cuando las gotas entran en contacto con mi lengua, te siento conmigo, como esa vez que me besaste mientras todo eran truenos y relámpagos a nuestro alrededor. Llueve, y hace frío sin ti, pero se vive

sábado, 6 de noviembre de 2010

¿Por qué gana la razón al corazón?

No puedo quererte. ¿Por qué no puedo quererte? Tengo miedo. Miedo de que para ti todo sea un juego. A enamorarme. A caer, caer tan rápido que no pueda venir nadie a rescatarme. Tengo miedo de sentir cosas que luego me harán daño. Miedo de ti. De tus caricias. De no saber lo que sientes. Nuestras bocas han estado cerca, tan cerca que sentía tu calor. Pero me he alejado. ¿Por qué? Si yo daría mi vida por tus: ‘te quiero’. Si me despierto llorando, pensando en tu nombre. Si te necesito desde hace mucho, mucho tiempo. ¿Por qué tiemblo de pensarlo? ¿Por qué mi mente está empeñada en alejarte mientras mi corazón grita que te acerques? Y ahora tengo miedo de quererte más aun. De que todo sea como antes. Que no me mires, que no me hables al verme pasar. Que hagas como que no ha pasado nada. Tu querías quererme ¿no?, y eso tiene que significar algo..
No seas uno de esos que se lía sin pensar, sin sentir, sin querer. No me hagas esto.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Big girls don't cry.

No pasa nada. Todo está bien. El cielo sigue siendo azul. La luna todavía juega a pillar al sol. Las estrellas aun no han caído del firmamento. Aun brillan, como siempre. No llores. No grites. No tengas prisa. No corras. No hagas nada. Despacio. Piensa en todo lo que te enseñó. En todo lo que te dijo. Tenías que ser fuerte, muy fuerte. Afrontar la vida. No caer. Tenías que ser heroína de sus vidas. De tu vida. Volar. Sí, volar, aunque te cortaran las alas. Tenías que empezar a ser una chica mayor, y las chicas mayores no lloran.

viernes, 29 de octubre de 2010

Se ha llevado tu vida consigo.


Respira. Hay veces que la vida te da golpes. Que te ahoga en los océanos de tus propias lágrimas. Solo tienes que salir a la superficie y nadar. Se le ha ido la vida y nunca más verás su sonrisa, sus gestos, su todo; se le ha ido la vida y se ha llevado la tuya consigo. Te quería, te quería como a nadie, pero al marcharse te ha matado a ti también. Ahora él no está en este mundo, pero tú, que permaneces sobre la superficie de la tierra, flotas, y te dejas guiar por las corrientes de otras personas. ¿Te levantarás? Habrá un día en que el llanto no acuda a tus pupilas, que estarás seca de dolor. Llegará el día en que no recuerdes su olor ni el tono de su voz. Y su amor no te producirá un vació en el pecho. Es duro pero te olvidarás de él, no de su esencia, pero si de él.

viernes, 15 de octubre de 2010

¿Puedes estar viva y sentirte muerta?

Cierra los ojos, ¿te sientes caer?, lentamente, muy lentamente. Rozas con la piel el agua, te estremeces, ¿Está fría? Helada seguramente, pero no lo sientes. Es como si el mundo se hubiese detenido en ese momento, si te sumerges, ¿te ahogas? Si sonríes, ¿se escuchará tu risa? Si lloras, ¿correrán lágrimas por tu cara? No, todo está quieto, en calma, en silencio. Shhh. A veces vivir sin sentir te evita el dolor. Estás vacía por dentro, pero por fuera no se nota. Por fuera estás serena, triste sí, pero tranquila. ¿Quién descubrirá que en tu interior los relámpagos te queman? Llueve y tu corazón se ahoga, como tú, poco a poco. ¿Alguien se enterará de que tu llama se extingue? Nadie, porque no quieres que se descubra. Sin que se note te vas, tu mente se va, tu cuerpo se aleja. ¿Tendrás valor para decirle adiós a alguien? No, pero ¿importa?

jueves, 14 de octubre de 2010

Todo saldrá bien, pequeña.

‘‘Se va a morir, es solo cuestión de días.’’
Sientes que te ahogas, que se te escapa el mundo entre los dedos, las lágrimas inundan tu corazón y llamas a tus amigas, llamas a Luis pero nadie te lo coge, y caes, más rápido, mientras eres consciente de que necesitas salir de esa casa como sea, de esas paredes que huelen a tristeza y a muerte, a dolor.
Y entonces le llamas, a él, a Mark, porque lo necesitas, necesitas respirar su aire, necesitas un abrazo, y un: ‘Todo va a salir bien, pequeña’.
Y luego corres, bajo la lluvia, que atraviesa el paraguas y te cala los huesos y llegas hasta su casa mientras lloras y cuando lo ves te derrumbas del todo.
- ¿Qué te pasa?
Y se lo explicas, que se va a morir, que no puedes hacer nada para evitarlo. Y él te abraza con mucha mucha fuerza mientras te coge para que subas a su casa. Vuelves a llorar y él te vuelve abrazar mientras te susurra: ‘Todo saldrá bien, Sol’. Y entonces llama a Luis y entre los dos, como antes, te hacen reir y olvidar por un momento que tu mundo se te está cayendo encima.

jueves, 7 de octubre de 2010

El día en que te vayas se inundará el mundo por nuestro llanto.

¿Sabes? Ayer me desperté en sueños y grité tu nombre. Pensarás que soy una tonta pero las lágrimas habían mojado la almohada y hacían ríos por mi rostro desnudo. Soñé que ya no estabas, que te habías ido para siempre y el dolor de saber que esta vida no es justa, que muchos otros no mueren y lo haces tú, con tu alegría y tu saber estar, con toda tu bondad y tus buenas maneras, que tus palabras pasarían a ser parte del olvido, de un ayer tan lejano, consiguió dejarme sin aire… Te soñé envuelto en llamas, convirtiendo en cenizas tu cuerpo, tu alma y ese corazón que no te cabe en el pecho, soñé que te llorábamos y tirábamos tus cenizas al mar. La vida seguía pero tu ausencia se reflejaba en sus ojos, en los de aquella mujer que tanto te había amado, que había sufrido a tu lado los últimos días de tu calvario, que había cuidado de tus hijos, de sus hijos, mientras te drogaba para que no sufrieses dolor, que había sido fuerte, más fuerte que nadie viendo tus ojos idos y tus intentos de decir: ‘’Te quiero’’.
Yo, desde aquí, te prometo que cuidaremos de ellos. Porque son nuestra familia, como tú, que conseguiste hacerte un hueco en la mesa solo con tu aire calmado. Cuidaremos de ellos si algún día te vas, y te lo prometo, porque todos sabemos que no dentro de mucho me volveré a despertar en sueños gritando tu nombre y, que esa vez, ya no estarás.
Y ¿sabes? El día en que te vayas se inundará el mundo por nuestro llanto.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Conseguiré acordarme de ti siempre.

Sandra:
Las cosas cambian y ya no te siento conmigo como antes. Te olvido poco a poco, aunque no quiero hacerlo. Te siento tan lejana que a veces me da la sensación de que en vez de irte a París te has marchado a la luna. Ya no tengo tu olor en mi cuarto y las rosas que plantaste en mi ventana se están marchitando. Han reformado el parque donde nos dimos el primer beso y todo parece desaparecer lentamente. Es como si el mundo quisiese que nuestra historia se difumine hasta quedar en el olvido. Tus palabras, tus abrazos, tus besos y tus sonrisas, todo se lo ha llevado el viento y me rompo porque hay veces que casi no recuerdo cuantas pecas tenías en la cara, ni que forma tenía el lunar de tu hombro. ¿Tú también me estas olvidando?
Ahora sé que las promesas que nos hicimos no sirven para nada. ¿Por qué la gente promete quererse eternamente si luego llega la distancia para destruirlo todo? Te echo de menos pero siento que no vas a volver y de vez en cuando me convenzo a mi mismo de que es lo mejor. ¿Para qué volvernos a ver si luego te vas? No sería bueno revivir las cenizas que antes eran el fuego de nuestro amor. Me quemarían por dentro y no quiero volver a pasar por eso.
Las cosas cambian y tienes que saber que, igual que mis sentimientos hacia ti parecen desaparecer, Bianca está cada vez mas rota. Ni si quiera a mí me dice lo que le pasa, pero ya no es la de antes. Ha dejado de vestir pantalones vaqueros para llevar faldas cortas, a veces pienso que solo quiere llamar la atención pero, el otro día, la vi entrar en un burdel a plena noche. Yo te saqué de ahí cuando estabas tan metida en la mierda que la soga te ahogaba el cuello, pero no soy capaz de hacer lo mismo por ella. Y no porque no lo haya intentado. Sé que estás lejos y que no es justo que te lo pida pero si aun te queda un poco de amor por todos nosotros, aquellos a los que dejaste atrás, tienes que ayudarla.
Deberías saber que pese a lo que te he dicho conseguiré acordarme de ti siempre, en lo más hondo de mi memoria, pero ahora solo puedo resignarme a decir adiós a todo lo que nos unía.
Yon.
P.D: Siento no haber contestado antes, pero no tenía el valor suficiente como para hacerlo.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Me salvaste la vida.

Sé que piensas que deberías haber sacrificado tu vida en vez de dejarme allí abandonada con esos hombres, pero los dos sabíamos que si yo me quedaba viviría y que si tú te quedabas te matarían para luego venir a buscarme, a si que solo les ahorramos el trabajo de volver a atraparme y de dejarte a ti sin vida. Pero creo que no entiendes que me salvaste la vida salvando la tuya, porque no podría vivir en un mundo en el que tu ojos, esos que declaran tormentas en mi interior, no existiesen.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Estás en mí..

Siempre he pensado que esta es nuestra canción, no porque lo pactásemos, ni porque la escuchásemos juntos, ni si quiera porque sonase de fondo en alguno de nuestros momentos juntos, de echo creo que tú ni si quiera sabes que la melodía existe pero yo, en cambio, la primera vez que la escuché supe que era nuestra, que reflejaba todo lo que yo sentía por ti. Porque hay algo que me trae siempre de vuelta a ti, y nunca lleva mucho tiempo. Porque te juro que siento que me abrazas sin tocarme, me retienes sin cadenas. Porque no eres ni amigo ni enemigo, pero NO puedo dejar que te vayas. Y porque lo único que sé es que me mantienes rendida, que me tienes rendida…

lunes, 20 de septiembre de 2010

Él era todo agua, yo solo luz.

Nos quisimos, claro que lo hicimos.. Y nos quisimos tanto que una vez se apagaron las estrellas por el calor de nuestro amor. Luego no funcionó, es verdad, pero es que estábamos hechos de cosas distintas. Él era todo agua, se escurría de mis manos y se adaptaba al terreno. Yo solo era luz, una luz tan intensa que deslumbraba a la gente y eclipsaba al sol. Quizá ese fue el único problema, si me encendía él dejaba de verme y no era confiado como para seguirme a ciegas, sin saber donde estaba o donde iba. Él era transparente, podías sentir lo que pensaba y acertar seguro. Yo, escondida tras un resplandor, era un muro de piedra en cuanto a leer mis emociones. Eso nos perdió y nos fue imposible volver a encontrarnos.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Intentaré que el frío congele ese corazón que quiere volver a latir por ti.

La lluvia sigue cayendo y el día es tan gris y frío que siento como se quejan mis huesos al chocar, pero hoy a mí el tiempo no me afecta. Ando y dejo que las gotas mojen mi cuerpo mientras el frío intenta congelar mi corazón. Ese que quiere volver a latir por ti ahora que tu historia con ella se ha acabado. Ese corazón que estaba dormido y ahora se reanima con el fuego de un amor que yo sé que nunca podrá ser. Y ya no es por mí, por mis miedos y por mis inseguridades; ahora es por ti, por tus ansias de volver a vivir la vida como antes, por tu orgullo, porque si me miras sé que no me ves y si me oyes ya no me escuchas…

He vuelto
después de que las musas me abandonasen a mi suerte
durante casi más de un mes.

sábado, 7 de agosto de 2010

Desde París, con amor.

Queridisima Bianca:
¿Sabes? Te echo de menos, pero no por eso te escribo. Sé que fui muy tonta al marcharme a París sin despedirme de ti, pero nunca me han gustado las despedidas y tú, más que nadie, deberías saberlo. Hay cosas que nunca cambian, espero que nuestra amistad sea una de esas, como lo es el hecho de que tu madre esté tan preocupada por ti como para llamarme a mí, con lo lejos que estoy para ayudarte.
¿Que te está pasando, Bianca? Leonor me ha dicho que ya no paras por casa, que te escucha gritar nombres extraños por las noches. Que ya no eres la de antes.
Sé que no tienes porque contarmelo, al fin y al cabo, yo no te conté los motivos por los que decidí marcharme tan precipitadamente de la ciudad cuando ya habíamos hecho planes para el traslado a tu casa. Espero que puedas perdonarme por eso y que me contestes pronto.
Siento la brevedad de esta carta, pero ahora mismo tengo mucha prisa, yo tampoco paro por casa ultimamente.
Me tienes preocupada.
Te quiere, Sandra.
P.D: ¿Cómo está Yon? Le escribí y no quiso contestarme.

sábado, 31 de julio de 2010

La vida se le escapó entre los dedos, y yo no pude hacer nada para salvarla.

Aurea estaba en el suelo, consumiendose lentamente, y nadie parecía ver que su alma quería volar lejos de allí, que intentaba escaparse suspiro a suspiro. Intenté acercarme a ella y en cuanto lo conseguí nos protegí dentro de una bola de fuego. Hacía calor, tanto que sentí como se me ahogaban los pulmones, pero nada importaba. Cogí su mano, dispuesto a recibir su carga eléctrica pero no sentí el dolor característico y ella me miró sonriendo. Levanté la otra mano y le acaricié la mejilla desnuda y, otra vez, no sentí nada. La arrimé a mi pecho, con el miedo en los ojos por si esa falta de poder quería decir que se estaba muriendo. La escuché gemir y vi el veneno recorrerle las mejillas, transformado en lágrimas blancas como la misma nieve. Me asusté y la abracé más fuerte.
- Aurea, ¿puedes oirme? - No contestó, pero me miró con esos ojos que desataban tormentas en mi interior. - Cierra los ojos. Todo va a salir bien. Imaginate que estamos juntos en una de esas playas que tanto te gustan y no hay nadie más. Siente el viento cálido acariciarte el rostro y la arena recorrerte la piel, y mi dedo, y mis labios, y mis besos. ¿Lo sientes? - Ella volvió a abrir los ojos con cuidado. - Te quiero y no puedes dejarme aquí solo. Tienes que ser fuerte, como siempre.
Pero sus latidos se iban devilitando a si que hice la única cosa que se me ocurrió en ese momento...
La besé, entregándole mi corazón y mi alma. Y mi vida, solo para ella.

miércoles, 14 de julio de 2010

Aquí los chicos te dicen Je t'aime al pasar.

Querido Yon:
Aquí todo es sol y felicidad. Tenemos una piscina propia en la que nos podemos bañar las noches de luna llena y unos chicos muy guapos que te dicen: ''Je t'aime, ma chérie'' al pasar. La torre eiffel se ilumina todas las noches y la vemos desde el balcón, junto con las sombras de las parejas que se besan allí arriba, en lo alto. A veces, si lo pienso, te imagino aquí conmigo, pero luego me doy cuenta de que nosotros nunca seríamos una de esas parejitas que pasean cogidos de la mano por París ¿no?. ¿Sabes, cariño? Nosotros siempre fuimos más de echarnos el lote en los lavabos de algún bar o entre los matorrales del parque y, sorprendentemente, no lo echo de menos. Aquí, al contrario de lo que hacías tú, los chicos te sonríen y te invitan a tomar un café antes de tirarse a tus brazos como perros salvajes. Supongo que por eso dicen que esta es la ciudad del amor.
Hay unas calles que te encantarían, bueno más bien es un barrio, que se llena de pintores que dibujan escenas congeladas en el tiempo para siempre. Mi padre dice que son sitios bohemios que no se encuentran en casi ningún sitio, y yo disfruto sentándome en las escaleras de las casas inventandome historias para la gente que veo pasar.
Ahora tengo que irme, pero te escribiré dentro de nada. No quería decirtelo pero un chico de ojos azules me ha invitado a tomar un café...
Te quiere, Sandra.
Posdata: Y a ver si con mi ausencia te decides a tapar los agujeros que hay en la pared de tu baño, dentro de poco entrarán cucarachas.

Y Yon suspiró muriendose de celos a mil kilometros de distancia de su amor.

lunes, 12 de julio de 2010

Solo tenía que encontrarla.

Ella estaba ahí, lo había estado siempre, pero él no la había visto hasta entonces. Con ese vestidito corto, como los de antes, y esos labios sonrientes. En cuanto la vio, condenada a aquella postura en ese fotografía para siempre entendió que era Ella la persona a la que había estado esperando. Solo tenía que encontrarla.


Lo abandoné y ahora ha vuelto http://susurramepalabrasaloido.blogspot.com/

sábado, 10 de julio de 2010

No necesito un tercer pulmón para saber que eres la única

- ¿Sabes? Te necesito para respirar, porque eres como mi tercer pulmón. El que me recuerda que después de la sistole va la diastole y luego vuelta a empezar. Que hay que coger aire muy hondo y soltarlo despacito y evitar que el corazón lata tan fuerte que pueda explotar. ¿Y sabes que es lo peor, Marcos? Que a veces creo que tú no lo ves, que te arrepientes de haberte quedado conmigo y no haberte largado a Argentina, a rehacer tu vida.
- Mira Lu, a mi no me hace falta un tercer pulmón, ni que seas tú la que me recuerdes que después de la diastole, va la sístole, porque sé a ciencia cierta y con los ojos bien cerrados que eres tú la persona que he estado esperando toda mi vida, a la única que necesito. Porque si el mundo se rompiese ahora mismo y solo quedasemos tú y yo, me daría igual..

jueves, 8 de julio de 2010

Entonces te miro..

El cesped verde de verano les hacía de colchón y, escondidos tras la sombra de uno de los grandes árboles, acurrucados, Sol y Mark hablaban casi en susurros, no queriendo romper el silencio que le envolvía.
- ¿Tú saldrías conmigo?
- No empezemos, tienes novia.
Pero Mark le interrumpió y asintió.
- Sí, y yo la quiero muchisimo. Pero en un supuesto caso, ¿tú saldrías conmigo?
- Pues no lo sé. No sé si podría confiar en ti después de todo lo que me has hecho, y de lo que haces ahora.
Sol señaló con los ojos su postura: Él tumbado en la hierba, con una de sus manos sobre los hombros de ella y con la otra haciendole rizos en el pelo y Ella apoyada en su pecho, abrazándolo con uno de sus largos brazos.
- Tú no conoces a Ande, ella hace cosas mucho peores y por eso no me produce cargo de conciencia el estar así contigo. Pero yo no me liaría con nadie estando con ella. Nunca la engañaría.
- Hay muchas formas de engañar.
- Sí, pero si yo estubiese contigo no haría esto. - Se señaló con el dedo y luego le señaló a ella. - Porque sé que puedo confiar en ti, se que tú eres demasiado buena para estar así con nadie que no sea la persona que quieres. Simplemente no me saldría estar así con nadie mientras estoy contigo.
¿Por qué coño tenía que decir Mark esas cosas?¿Con qué proposito?

lunes, 5 de julio de 2010

Y entonces un trocito de tu felicidad se queda colgando de mi sonrisa.

¿Sabes? Si no fuese porque te quiero tanto ya te abría mandado a la mierda hace mucho. Pero lamentablemente para mí hay algo que me mantiene como atada a ti y no hay forma de soltarme, porque cuando creo que lo he conseguido apareces tú con tu sonrisa de niño bueno, prometiendome la luna y susurrandome te quieros al oido. Y no importa que tengas novia, ni que te conozca como te conozco para saber que lo más probable es que estés mintiendo, porque en esos momentos te creo y un pequeño trozo de tu felicidad se instala en mi sonrisa.
Ahora creo que te tengo calado, intento no pensar en ti porque es verano, intento que no vengan a mi los recuerdos de aquella tarde soleada, sentados tan cerca el uno del otro que nos rozabamos la piel. Intento no pensar que justo en esta epoca nos equivocamos ya dos veces. Intento no convencerme a mi misma de que habrá una tercera vez y que al ser la última no te dejaré escapar. Porque aunque sé que te quiero con todas mis fuerzas, como nadie te querrá nunca, te tengo calado y sé también que si tus sentimientos hacia mí no han sido sinceros nunca, si tus te quieros no han sido dichos desde el corazón, si soy una como todas las demas, y que aunque me quieras lo hagas igual y no más que a ellas, me harás daño prometiendome la luna y añadiendo un trozo de tu felicidad a mi sonrisa.

viernes, 2 de julio de 2010

Aurea esconde su pasado en el desván de su alma, en un baul cerrado con llave.

Hacía frío, las calles estaban desiertas y las farolas iluminaban la acera con una luz pálida. Aun no acababa de comprender la imagen de mi madre con ojos llorosos dejándome sola ante la tormenta de nieve. Su mano rozando mi mejilla. Sus labios pidiéndome perdón. Sus ojos pintados de miedo por la electricidad que salía de mí. Su coche alejándose y yo corriendo tras ella. No veía y tenía la sensación de que me iba a desmayar ahí mismo. No sentía los dedos de los pies y tiritaba tanto que no podía mantenerme levantada. Cuando los vi aparecer, mirándome con aquellos ojos curiosos pensé que eran mi salvación. No tenía ni idea de lo equivocada que estaba

Otro fragmento :)

martes, 29 de junio de 2010

La lluvia ya no moja mi corazón ahogado por tu amor...

Sí, yo también te hecho de menos. Tanto que el sol parece no salir aunque sea un día de esos de playa. Tanto que la lluvia no moja mi corazón ahogado por tu amor. Tanto que te espero en sueños, te grito en sueños, te quiero en sueños. Tanto, tanto, tantisimo que te imagino de mil sonrisas diferentes, de mil maneras distintas. Tanto que creo verte cuando no estás y olerte cuando no estoy respirando. Tanto que siento tus brazos rodearme la cintura y que cuando se van me rompo por culpa de las grietas. Tanto que me cuesta no decir te quiero al aire creyendo que podrás escucharlo.
Tanto que nos hecho de menos por los dos ya que tú no lo haces...

viernes, 25 de junio de 2010

Las dudas consumen a Sol por dentro.

Y ahí estaban ellos dos. Sol con sus ojos cansados, pidiendo a gritos poderse dormir tranquila y Mark mirándola desde lejos.
- ¿Quieres que te haga compañia?
- Ya tengo compañia.
- Ya, ¿y?
Entonces Mark se acerca a ella y se sienta en su asiento mientras la empuja para que se ponga como un bebe acurrucado en sus piernas. Sol se queda quieta y desde lejos se le pueden oler las dudas, el miedo, el ¿por qué haces esto si tienes novia?.
Hablan, mucho, muchísimo y entonces por un momento sus ojos se conectan.
- ¿Sabes? Hace mucho que no nos peleamos.
- Ya, es que tampoco hablamos mucho como para pelearnos.
Entonces Mark abre sus brazos y le mira con esa sonrisa que saca tan pocas veces pero que a Sol le tiene loquita.
- Dame un abrazo.
Y Sol se acurruca en su hombro, respirando su olor.
- Te quiero mucho.
- Sí, ya, claro.
Y desde lejos se vuelven a oler las dudas y el: ''¿Por qué haces esto si tienes novia?.

martes, 22 de junio de 2010

El día en el que Edgar se dio cuenta lo que era en realidad.

Fuego. Quemaba. Por dentro. Por fuera. Las llamas me envolvían el cuerpo, pero no me hacían daño. Habría gritado y pataleado, intentando romper el grueso cristal transparente que me impedía salir de allí. Como una jaula. Como si yo fuese un animal, un monstruo. Pero el humo me había inundado los pulmones y apenas podía respirar. Veía al pueblo fuera de este circulo caliente, miraban expectantes, esperando a que las llamas carbonizaran mi cuerpo, esperando que cayese muerto y rendido. Jamás comprenderían que eso era algo imposible, sí, el fuego ardía, sofocaba mi alma y mi corazón pero, yo ya sabía que todo dentro de mí estaba formado por el calor de las cenizas después de una hoguera. Que aunque me hubiesen arrojado al mismo infierno yo no habría perecido ante el ardor de las brasas. Vi a mis padres, lejos, sujetados por cuerpos fuertes para que no viniesen a rescatarme. Pensé en ellos, en su dolor al perder a Lilian, en su dolor al perderme a mí.
Pensé en ellos hasta que las llamas se unieron a mi cuerpo, convirtiéndonos en uno solo.


Y este es el principio de una gran historia que me he decidido a comenzar a escribir. Espero que os guste.

lunes, 21 de junio de 2010

Ella es de esas chicas que te dejan sin respiración

Tenía las lágrimas atascadas entre las costillas, que le ahogaban en un mar salado y le impedían respirar. Las pestañas brillantes y las mejillas mojadas, más por la lluvia que por su propio llanto. Corría como si su vida dependiese de ello, hacía rato que se había quitado los zapatos de tacón y que el vestido blanco se le había pegado al cuerpo. La noche era sombría, pero a Ella no le importaba, de pronto se le habían ido los miedos a la oscuridad y a los fantasmas nocturnos, no por nada, si no porque en ese momento algo más importante le oprimía el corazón de forma escalofriante. Llegó al portal con los pies envueltos en tinta roja y tocó a su puerta con insistencia. Dejó descansar la frente contra el frío cristal, esperando, intentando no desbordarse y desmayarse ahí mismo, pero cuando Él salió por la puerta todo fue en vano. Ella se lanzó a sus brazos mientras el mar de lágrimas salía precipitado por sus pestañas y miles de escalofríos le recorrían la columna. Él le abrazó con fuerza mientras la lluvia caía a su alrededor, mojándolos enteros. Ella cayó al suelo y Él con Ella. Él solo pudo esperar a que el corazón de Ella dejase de encogerse de forma escalofriante mientras le susurraba al oido:
- Todo saldrá bien, pequeña, todo se arreglará.
Aunque sinceramente lo dudaba.

martes, 15 de junio de 2010

Las cosas cambian sin motivo alguno, Sol.

Estais los dos en el baño, solos, con los pasillos desiertos y con la compañía de la poca luz que entra por la pequeña ventana. , has pedido permiso para ir a beber agua, Él supones que lo mismo, pero ha tenido que ir al baño de las chicas porque, como de costumbre, el conserje ha cerrado el de los chicos.
Entonces Mark bebe agua y mientras Sol le observa, él levanta la vista, encontrandose con su mirada a través del espejo. Él sonríe y pone la mano debajo del grifo, para después, mojarte de pies a cabeza. Sol intenta cogerle y cuando le tiene acorralado Mark lo dice.
- Dame un abrazo.
Y Sol se lo da, con fuerza, con miedo... Mientras aspira su olor, ese que tanto hechaba de menos.

lunes, 14 de junio de 2010

Lil tiene un sexto sentido para notar el brillo de los enamorados no correspondidos.

Lil miró a Tommy por cuarta vez en lo que llevaban de clase, y por infinita vez en lo que llevaban de curso. Ya se sabía de memoria cada uno de sus gestos: Como sonreía cuando entendía un problema de matemáticas, como se mordía el labio cuando se cansaba de escribir, como miraba al cielo soñando con sabe dios que.. pero, sobretodo, como miraba a Ainara, con esos ojitos brillantes, de enamorado no correspondido. Con los mismos ojitos con los que Lil le miraba a Él.
Lil se mordió el labio con fastidio cuando el profesor le sacó de sus más profundos pensamientos y escuchó la risa de Juan a sus espaldas. Se giró y entonces se dió cuenta, Juan le miraba a ella con los mismos ojitos de amor no correspondido con los que Tommy miraba a Ainara y, con los que ella misma miraba a Tommy.





sábado, 12 de junio de 2010

Niño de los ojos verdes, te recuerdo.

Niño de los ojos verdes:
No esta bien que mires así a la gente y, mucho menos, que enamores con solo pasar. Igual tú no te das cuenta del poder que tiene tu mirada pero será mejor que cierres los ojos, o por lo menos, que no mires fijamente, porque si no tenemos un gran problema, no quiero que hipnotices a nadie y, creeme, que si no lo haces pasará.
Y es que, joder con el nene de los ojitos verdes.

jueves, 10 de junio de 2010

Aurea parece una chica fuerte, pero en el fondo no lo és.

Edgar la agarró de las muñecas con fuerza. Quería gritarle que no era verdad, que él no estaba ahí para morir en esa lucha, que Lilian volvería a ver a sus padres, que él también lo haría... Y entonces las vió, unas marcas en el bajo vientre de Aurea. Se detuvo en seco y las examinó con atención, pero Aurea fue rápida y se bajó la camiseta con velocidad.
- ¿Quién te hizo eso?
- Nadie.
- Oh, vamos Aurea...
- Nadie, Edgar. Por favor.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y Edgar quiso pedirle que no llorara, pero no sabía como, fue a abrazarla con fuerza pero recordó que no podía tocarla, a si que se quedó mirándola, esperando..
- Fueron ellos, yo era pequeña y ellos me cogieron en un callejón. Supongo que no sabían lo que yo podía hacer. No me buscaban pero me encontraron. Eran tres y uno de ellos me acosó mientras los otros reían, supongo que ya te imaginarás lo que pasó.. Se asustaron y.. - Aurea respiró hondo y se tapó el rostro con las manos. - Y tenían un cuchillo y...
- Me creía que tú eras de aquí, que esta era tu casa, que aquí estaba tu familia. Lo siento tanto...

domingo, 6 de junio de 2010

Te avisé que de que te iba a hacer daño y no quisiste escucharme...

- Te quiero.
- Lo sé, pero eso no basta.
- ¿De verdad es necesario que te vayas así? Quedaté, prometo no agobiarte. Dejarte toda la libertad que necesites...
- No. Tengo que irme. Las cuerdas que me atan a ti me estan ahogando y no puedo respirar. No es tu culpa, amor.
Y Ella se alejó con el llanto entre los pulmones, mientras Él, se quedaba con un corazón encogido y roto en la mano.

jueves, 3 de junio de 2010

Te olvidaré este verano...

...Con un zumo de naranja y un helado de chocolate en la mano. Con vestidos cortitos y sandalias de las que te hacen enseñar los dedos pintados de los pies. Con la sonrisa dibujada en los labios y los ojos achinados de la alegría. Con trencitas de las de princesa en el pelo, con los pendientes que nunca me pongo para ir a clase. Con el bikini y sin el. En la playa, en la piscina o en medio de la montaña, incluso arriba, en el cielo, o en el fondo del mar. En menorca o en Galicia, y aquí en nuestra ciudad. Con canciones de verano. Con la sal del agua mezclada con mis lágrimas. Con todo. Sin nada. Con él. Sin ti. Sin nadie.
Te olvidaré este verano y te sustituiré por otro, o igual me da por quedarme sola y libre. Sí, libre, sin ataduras, que sabes que es como más me gusta estar.

domingo, 30 de mayo de 2010

Por más que el cielo este cubierto, las estrellas siempre están brillando.


Le borraron la inociencia y la ilusión. Le arrancaron la felicidad y las ganas de soñar. Le quitaron la felicidad y la bondad. Hicieron que el miedo se instalase en su inexperto corazón. Se le perdió la sonrisa de todos los días y lo peor de todo es que no hace nada para buscarla.

miércoles, 26 de mayo de 2010

I got you.

Sigue adelante y di adiós, yo estaré bien. Sigue adelante y hazme llorar, yo estaré bien.
Corre si lo necesitas, yo estaré bien. Vete, vuelve, quedaté aquí, yo estaré bien. Prueba sabores y besos nuevos, yo estaré bien. Confundete entre la gente, yo estaré bien. Llamamé si me necesitas, yo estaré bien. Rie y sé feliz, yo estaré bien. Sal con chicas, corta, vuelve a salir, que yo estaré bien. Sé celoso si alguien me toca, yo estaré bien. Hazme sufrir y esperar, yo estaré bien. Haz que sepa que no te tengo, yo estaré bien. No estés aquí hoy, y mañana sigue estando lejos, yo estaré bien. Esfumate por semanas, yo estaré bien. No me heches de menos, yo estaré bien. Olvida mis abrazos y el tacto de mi voz, yo estaré bien. Di que ya no me necesitas, yo estaré bien. No me hagas caso, yo estaré bien. Finje que no soy nadie para ti, yo estaré bien.
Quiereme cuando menos me lo espere, yo estaré aquí.


martes, 25 de mayo de 2010

Sophie siempre había sido una chica fuerte...

... Lo había aguantado todo pero, esta vez, era la excepción que confirmaba la regla.
Le dolían las costillas al respirar y las lágrimas que surcaban sus mejillas quemaban como fuego. En su mente recordaba su mirada, sus manos recorriéndole toda, sus golpes, su risa de pura burla que se le clavaba en la cabeza como si de pequeños puñales se tratara. Y Él, que había intentado salvarla arriesgando su vida en el intento. ¿Era culpa suya? Quizá Sam tenía razón y debería haberse dejado la primera vez, así lo habría evitado todo. Con ese pensamiento vomita, vomita sangre y el llanto vuelve. Le tiemblan las piernas y no ve lo que debería ver, que es valiente, sí, muy valiente. Que todos la quieren, que todos la perdonan, que todos piensan que solo ha sido un mal trago y se alegran de que haya salido ilesa. Pero ella se siente sucia, humillada, cobarde, débil. Vuelve a vomitar, aunque esta vez solo son arcadas que le ponen los pelos de punta. No se da cuenta de que Él se acerca, la abraza por detrás y le susurra palabras que no oye al oido. Que todo saldrá bien, que no llore, que esté feliz, que no dejará que nadie más le toque nunca. Que tiene que volver a la normalidad otra vez y sacar esa sonrisita que a él le gusta tanto. Pero dime, ¿Se puede volver a ser feliz después de que tu corazón haya sido roto en mil y un pedazos? ¿Después de que le miedo se haya clavado en tus pupilas muy muy a fondo? ¿Se puede?


viernes, 21 de mayo de 2010

¿Sabes Lilian? Nunca entendí porque tenemos que intentar ganar una lucha que no es nuestra.

- ¿Sabes Lilian? El día que te fuiste papá y mamá lloraron durante toda la noche. Nunca entendieron porque esos hombres armados de azul te secuestraron aquella noche primaveral. Supongo que ahora también llorarán por mi ausencia y, también se preguntarán porqué los mismos hombres les han alejado a mi también de su lado. Hay veces que yo también me lo pregunto, ¿Por qué Lilian? ¿Por qué nosotros? ¿Por qué tú y yo? ¿Y por qué Aurea?
- Una vez me dijeron que ese era nuestro destino. Y que, por más que nos esforzásemos en intentar cambiarlo, no lo conseguiríamos. Desde el día que me fui de casa rezé todas las noches por mamá y papá pero, sobretodo, por ti. Aurea me dijo que yo no era su pieza del puzzle, que tenía que haber alguien más, alguien demasiado parecido a mí, tanto que como para que los hombres de azul se equivocaran de persona. En seguida pensé en ti, y te juro que deseé con todas mis fuerzas que no te entrometiesen en esta lucha. Pero luego lo vi, ví lo que habías empezado a hacer y comprendí que no tenías escapatoria. Ni tú, ni yo. Y mucho menos Aurea que lleva aquí desde siempre...

Es un pequeño fragmento de la historia de Fuego y Electricidad que os comenté, aun no la he empezado pero hacer pequeñisimos relatos sobre los personajes me ayudará a poder estructurarla mejor cuando la empiece. ¿Qué os ha parecido?

lunes, 17 de mayo de 2010

Tengo ganas de querer, a quien sea con tal de querer.

Ven aquí y susurrame palabras preciosas al odio. Ven, que tengo unas ganas de querer que no son normales. Ya casi no tengo ganas de ti pero ¿De amar? ¿De sentir que pertenezco a alguien? De eso tengo mono de los de volverse loca. Quiero abrazar y sonreir, besar y sentir, despertarme y verle a mi lado, a ti no, ya no hace falta, pero a Él sí. ¿Y quién es Él? Pues podría ser cualquiera, ahora mismo me sirven todos. Todos y cada uno de los que sepan verme bien tal como soy, alguien que me proteja, que me quiera y que, como tú, me envíe un sms todas las noches diciendome: '' Duerme bien, preciosa''.

martes, 11 de mayo de 2010

Y otra vez.

Saber que no te tengo. Saber que te he perdido. Darme cuenta que te desaprobeché. Que te tenía y te perdí durante la misma fracción de segundo. Pensar que no estarás para mí. Recordarte lejano, muy lejano. Sentir la impotencia de que creas que jamás te he querido, que te he mentido. Todo por culpa de mis miedos estúpidos. Pensar que en tus estrellas ya no se dibujará mi nombre. Que en tus noches no estará mi pensamiento. Que en tus sueños no encontrarás mi sonrisa. Tener miedo, un miedo de los de no poder respirar. Miedo a no olvidarte. Miedo a no encontrar a nadie parecido a ti, porque te he buscado. Te he buscado en todas las personas, pero nadie en toda la ciudad tiene lo que me das tú. ¿Y lo peor de todo? Creer que estoy enamorada de lo que eras antes, sentir que no te conozco, pensar que has cambiado, sufrir por si me decepcionas. Saber que si lo que me enamora es tu recuerdo no habrá forma de sacarlo de mi corazón. Por eso, Te quiero. Ayer. Hoy. Ahora. Y siempre.

martes, 4 de mayo de 2010

Sabes, pequeña, las cosas no tienen siempre un porque verdadero.

Cuando las luces del norte se apagen y en la infinidad del cielo solo brillen las estrellas me acordaré de ti. Recordaré tus labios tibios, con sabor a chocolate caliente. Recordaré tu mano buscando la puerta que abre el mundo y tus ojos claros buscando el entendimiento absoluto.
¿Nadie te ha dicho, pequeña, que las cosas no tienen un por qué? Dime, ¿Por qué yo soy como soy? ¿Por qué tú eres así como eres? ¿Por qué las cosas pequeñas nunca parecen las más importantes y luego lo son? ¿Por qué nunca se encuentra la oscuridad infinita? Me gustaría que respondieses a estas preguntas con un porque verdadero y, solo entonces, ven a verme y me lo cuentas, pequeña. Ya sabes que yo te escucharé donde quiera que esté, que te esperaré a pesar del tiempo que pase, que te querré siempre, contra viento y marea. Y, ¿sabes, pequeña? Eso si que no tiene un porque.

martes, 27 de abril de 2010

Lil era como una noche de luna llena con lobos incluidos.

Lil era una niña loca. Pero no una loca normal, era una loca de atar, de pies a cabeza. Olía siempre a galletas de chocolate recién hechas y tenía una risa constante en los labios. No le gustaba la leche si no era con colacao y se comia los helados del revés. Andaba descalza y casi siempre llevaba vestidos caros por encima de las rodillas. Por las noches en lugar de dormir contaba estrellas, y en la oscuridad de su cuarto se hacía amiga de las formas de las sombras. Lil estaba loca, pero loca loquita de amor por Tommy; lo malo es que Tommy estaba coladito por Ainara y que Ainara estaba con Juan. Y encima Juan no quería a Ainara porque le hacían gracia los oyuelos que se le formaban a Lil en las mejillas al sonreir. Lil sabía todo esto (todo esto y más) y se le ponían ojitos tristes cuando lo pensaba porque, ¿qué clase de amigos podían ser si entre todos eran como el pez que se muerde la cola?

sábado, 24 de abril de 2010

Es la historia de todos los días. El circulo vicioso que se muerde la cola.

Shh. ¿Puedes verlo? Míralos fíjamente, ¿ves esos lazos que los unen? Les separan a penas diez metros de distancia pero, estan muy lejos el uno del otro. Tiempo atrás eran amigos, novios, aunque no llegaron a serlo, el miedo a lo desconocido pudo con ellos, el miedo a perderse y no encontrarse los hundió en la miseria. ¿Y ahora? Ahora Él tiene a una chica, una de esas guapas, listas y simpaticas, ¿Y ella? Ella tiene su recuerdo y la desesperación de saber que le dejó escapar dos veces y ya no va a poder hacer nada para recupararle. ¿Sabes? Cada vez que les veo me entra la tristeza. No se mueven en el mismo circulo de amigos pero quedan los de antes y, de vez en cuando, se ven envueltos en una misma conversación. ¿Y entonces? Entonces son incapaces de mirarse a los ojos y de sonrerise. Él no sabe porque. Ella tiene miedo de caer otra vez en sus redes. Hay veces que si los miras bien, los observas durante un rato, te das cuenta de que Él la mira mientras Ella sonrie, habla y se retira el pelo de la cara con gesto elegante. Entonces Ella se siente vigilada y le busca entre la multitud, sus ojos se encuentran, sus miradas se intentan decir palabras secretas y Él se aparta, se aleja, mientras Ella dibuja en su rostro una sonrisa triste y cansada.

domingo, 18 de abril de 2010

Lo peor de todo no es estar condenados en esta lucha, es saber a ciencia cierta que jamás podremos tocarnos.

Sus miradas se encontraron durante una milésima de segundo. Fuego y auténtica electricidad. Los dos condenados a no quererse, a no tocarse, a no ser felices. Los dos condenados a una lucha que no es suya, a una lucha obligada. Y, de pronto, sus dedos se rozan, por primera vez, quizá por última. Entrelazan sus dedos con fuerza, sintiendo esa mínima caricia que intenta decir tantas cosas a la vez. Y se vuelven a mirar, y sonríen. Y fuego y electricidad dan un paso hacia delante, juntos, como siempre, pero separados por esa barrera que la propia naturaleza se ha empeñado en construir. Los dos cierran los ojos, sabiendo que tal vez ese momento, es el final.

PD: ¿Os gusta esta mínima idea inicial para un libro?


martes, 13 de abril de 2010

¿Alguna vez te has perdido en la inmensidad de sus ojos negros?

- Dime, ¿qué te pasa?
- ¿A mi? A mi nada.
- Vamos, Sol, estás rarísima. Oye, dímelo, acabamos de arreglarlo y no quiero volver a pelearme contigo, me importa todo lo que te pase a ti. Igual puedo ayudarte..
- No quiero caer en lo mismo de siempre, Mark.
- ¿Qué?
- Ya te lo he dicho, no quiero cometer el mismo error.
- Expecifica.
- No quiero quererte, Mark. Otra vez no.
- ¿Que hago yo para que me quieras? No es mi intención, en serio, Sol.
- Lo sé, es lógico. Tú tienes novia, y la quieres...
- ...
- ¿No vas a decir nada más?
- No quiero cagarla. Otra vez no.

lunes, 29 de marzo de 2010

Con un segundo todo puede cambiar.

- ¿Sabes qué? Quizá si la primera vez que lo intenté me hubieses mirado con miedo y súplica en los ojos ahora no estaríamos aquí. Tú aprisionada entre el suelo, mi cuerpo y un monton de cristales que se te clavan en las costillas y Yo, apunto de violarte sin compasión, con furia, con rabia, con deseo... Y no me mires así, bonita, porque es tu mirada lo que te ha hecho perder. Esos ojos desafiantes, que me miran con odio, sin miedo, con asco, que me retan a hacer lo que estoy a punto de hacer.
Sophie le escupió en la cara, con fuerza, y Sam rió dejando ver las arrugas que se le formaban debajo de la boca.
- Es una pena. - Sam acarició el contorno de su pómulo rosado. - Eres preciosa. Pero es que no me digas que tu forma de mover las caderas la primera vez que te vi no era provocadora. Si te hubieses dejado hacer entonces, no habrías tenido que pasar por esto. Piénsalo, habría sido mejor. Yo no estaría tan enfadado y tú no tendrías a toda tu clase como corro de espectación sin poder hacer nada para ayudarte. Habría sido más rápido, menos doloroso. Nadie lo sabría.
Sophie recorrió con la mirada la sala. Todos sus compañeros estaban contra la pared, aprisionados por otros chicos, suponía amigos de Sam. Todos mirándole con pena, con dolor, algunos con furia. Todos vigilando, atentos, por si alguno de los 'secuestradores' se despistaba y tenían la oportunidad de ir a salvarla.
Y entonces Sophie notó la mano de Sam recorrer su pecho, y antes de que pudiese hacer nada tenía sus labios en la boca. Reaccionó rápida y le mordió la lengua. Y entonces un bofetón. Y una patada. Y fuera camiseta. Y una vuelta. Y un cristal. Y un grito. Y otro mordisco. Y un arañazo. Y dos. Y tres. Y su mano forcejando con el pantalón. Y el miedo, el miedo en sus ojos. Ese que no se había dignado a salir antes. Grito, y otro grito. Y fuerza, mucha fuerza, uno para quitar, otra para evitar. Y de repente silencio.
Sophie oye su respiración, solo la suya. Y lo ve todo a cámara lenta.
Él, que va a salvarla. Y un cristal. Y un grito. Y una lágrima. Y un último aliento.
Y eso duele más que todas las violaciones del mundo, duele en el corazón, muy al fondo, muy fuerte. Pero le da fuerzas. Fuerzas para empujar, para salir. Fuerzas para llegar a él y tenderle la mano y sacarle de allí.

sábado, 27 de marzo de 2010

Días rojos, besos largos.

Hoy es un día de esos rojos. No es negro, porque el sol hace resplandecer todo. Ni gris, porque las cosas no tienen pintadas sonrisas tristes y lágrimas saladas. Ni es blanco, porque no estamos en la pureza de una playa desierta. Es rojo. Rojo por la pasión de tus labios. Rojo por tu mano amarrándome la cintura. Rojo por tus palabras. Rojo por tus miradas. Rojo por tus sonrisas. Rojo por ti y por mi. Rojo por nosotros.
Y mira que nunca me han gustado los días rojos, ¿sabes por qué? Porque los días rojos desencadenan un montón de días grises, y negros. Es algo inevitable.

viernes, 19 de marzo de 2010

Sol debe aprender de sus caidas. (I)

- Te quiero, Mark.
- ¿Te quiero? Raro.
- Raro el qué, ¿que te diga que te quiero o que te quiera después de todo?
- Lo primero. Si fuese por palabras tuyas nunca me ha parecido que me quieras.
- Nunca te lo has creido, ¿no?
- Nunca.
- Entonces estamos en paz. Si fuese por actos tuyos nunca me habría creido que me quieras.
Y Sol y Mark se quedaron callados. Porque ahora estaban bien y ninguno de los dos quería estropearlo. Porque ser amigos era mejor que nada. Porque querían recuperar todo el tiempo perdido. Porque sabían que si empezaban a recordar tiempos pasados volvería el rencor y el enfado, y los dos le tenían miedo a eso.

domingo, 14 de marzo de 2010

Y tú, ¿por qué te enamoraste de mi?

¿Sabes por qué me enamoré de ti? Porque la primera vez que nuestros labios se rozaron lo hicieron por un beso robado. Y tú me dijiste: ‘Ya te he besado’ y luego lo volviste a hacer, una, dos, tres veces. Porque antes habíamos compartido caricias secretas, roces a escondidas y miradas cómplices. No me enamoré de ti porque fueras guapo, si no por tu sonrisa. Y creí odiarte cuando me enteré de que me habías engañado pero, en cuanto tú venias conmigo se me olvidaba todo. Me enamoré de ti por el amor prohibido que tenemos, por la incertidumbre de no saber si al día siguiente van a volver a haber más momentos como ese porque tú estarás enamorado de tu novia. Me enamoré de ti porque tu estabas enamorado de ella (o por lo menos te gustaba, igual que te gustaba yo). Porque eres difícil. Porque nunca sé lo que va a pasar con nosotros, ni si quiera sé si hay un nosotros. Me enamoré de ti por sus celos y sus berrinches, porque si los tenía era porque habían motivos y eso significaba algo. Me enamoré de tus ojos, de tus miradas y supe que vendería mi alma por todos los momentos que pasamos juntos.
Y tú, ¿por qué te enamoraste de mi?

sábado, 6 de marzo de 2010

Prométeme la luna y las estrellas aunque sean imposibles.

- Marcos, prométeme una cosa.
- ¿El qué?
- Prométeme que me seguirás amando incluso cuando se te vayan las ganas de quererme.
- Te lo prometo.
- Y prométeme que si algún día quieres alejarte mucho de mi lo harás, pero que no me soltarás la mano.
- Te lo prometo, amor..

lunes, 1 de marzo de 2010

Y cuando la melancolía entra sin llamar a tu puerta solo te queda escapar por la ventana.

Me encantaría poder decir en una sola palabra lo que siento en estos momentos por ti. Creo que no la encuentro y solo me viene a la cabeza la palabra melancolía. Melancolía de ti, de tus ojos, de tu sonrisa. Melancolía de tus besos, de tus intentos, de tus roces a escondidas, de tus labios en los míos, buscando respuesta e intentadolo mil veces aunque no la obtengas. No voy a decirte que te odio, ni que me has hecho daño porque en realidad me lo esperaba. Es como cuando vas en la bici, con el viento en la cara, feliz y ves una piedra en el camino y, ya sabes que te vas a caer y preparas tus manos para que el golpe no sea tan fuerte. Lo nuestro es lo mismo, cariño. Entrelíneas se divisaban tus mentiras y, en realidad yo también te utilicé para olvidar amores pasados; la única diferencia entre tu y yo es que yo siempre fui con la verdad por delante, yo nunca te prometí nada, yo nunca adelanté acontecimientos.. Tú en cambio hiciste todo lo contrario, me mentiste desde el principio, me juraste que nunca te cansarías de mi, que no me usarías, que siempre estaríamos bien aunque lo intentasemos y no funcionase, me prometiste la luna falsa y yo me la creí. No me duele que te dieses cuenta de que no sentías por mi nada, me duele que lo hicieses después de besarme, después de tenerme durante un día entero para tí, me duele que no fueses capaz de decirmelo a la cara, que me utilizases para estar con ella, que ahora pases de mi como si nunca hubiesemos hablado, como si no nos conociesemos, como si no me hubieses contado todo lo que te pasaba por la mente y que, si nuestras miradas se cruzan te entre la risa. Eso es lo que en el fondo me duele, que hiciste conmigo lo que yo nunca habría hecho contigo y que conseguiste todas las cosas malas que yo no quería para ti y que, encima, parece que te importa una mierda.



- Olvídalo, es un gilipollas, no te merece.
- Si yo todo eso ya lo sé. Pero es que no puedo evitarlo, no me creo que me mintiese de esa forma, ¿cómo pude ser tan ilusa, tan ingenua?

viernes, 26 de febrero de 2010

Sí, tú, GILIPOLLAS, y no me mires así.

- Me utilizó.
- ¿Qué?
- Me utilizó, joder. Y yo fui tan estúpida de caer en su juego. Me utilizó para darle celos a Julia, desde el principio de esta historia.
- ¿Cómo?
- Sí. Y ayer se acabó todo. Me dijo que conmigo no sentía nada, que la quería a ella, y que era un tonto. ¿Entonces donde coño se quedaban todas sus palabras? ¿Y todos sus gestos, sus miradas, sus caricias, sus sonrisas? Todo a la mierda, porque era mentira. MENTIRA. El muy gilipollas se enfadó con ella, bueno más bien ella se enfadó con él, ¿y él que hizo? Vino a mi, pasamos juntos todo el día, me robó toda la cordura, me robó los besos que no le había dado a nadie. Y a la salida ella le gritó que le dejara en paz, que era un gilipollas, que le odiaba, ¿y entonces que pasó? Que el vino corriendo a buscarme y me acompañó a casa, porque necesitaba consuelo no porque me quisiese. Porque necesitaba besar a alguien, intentar olvidarse de la angustia que sentía con lo que ella le había dicho.
- Es un imbecil.
- Lo es y, encima, hoy aun ha tenido la cara dura de intentar agarrarme la mano, de mirarme a los ojos, de hablarme.
- ¿No te ha dado ninguna explicación?
- No, ni una. Y no la necesito. Todo está claro y espero que no se vuelva a acercar a mi en su maldita vida.

jueves, 25 de febrero de 2010

Los amores imposibles existen: (III)

Sol sube a la taquilla, todos estan en el patio o por lo menos eso cree ella, al llegar al pasillo lo ve sentado en el banco, con uno de sus amigos. Este se levanta y le sonrie.
- Emanuel quiere hablar contigo.
Sol se para y suspira, se sienta y le mira.
- Dime.
- Lo siento.
- ¿Qué sientes?
- Lo que pasó, lo que hice.
- Ya.
- Es verdad, joder.
- ¿Qué es verdad?
- Lo que te dije, que te quiero.
- Ya, a mi. Y entonces ¿que pasa con Julia? ¿Para que te la llevaste ayer?
- No pasó nada.
- ¿Seguro?
- Sí.
Entonces Sol recuerda la conversación que ha mantenido minutos atrás con Julia. Ella dice que Em se la llevó y le dijo que la quería solo a ella, intentó besarle pero ella le dió la bofetada que se merecía, después quedaron como amigos.
- ¿A quien quieres entonces?
- De Julia paso. Ella pasa de mi y yo paso de ella. En eso quedamos ayer, pregúntaselo.
- Vale.
- ¿Me crees?
- Sí.
- ¿Me perdonas?
- Sí.
- ¿Entonces...?
- ¿Qué?
Y Él se acercó a sus labios y la besó, pero Sol no se movió.
- Emanuel...
Sol
se abrazó a él, tenía unas ganas terribles de llorar, pero tenía que aguantar, tenía que ser fuerte.
- ¿Que te pasa?
- Nada.
Y Sol pensó que con ella no iba a jugar, pero aun así no dijo nada cuando Em la volvió a besar.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Dime Sol, ¿ahora qué va a pasar? (II)

- ¿Hablaste con él?
- Sí.
- ¿Y? ¿Que pasó? ¿Estan juntos?
- Sí. Bueno de rollo, pero eso es estar juntos ¿no?
- ¿Y te lo dijo así, sin más?
- Sí.. y no. Me dijo que todo había pasado muy rápido. El rumor se extendió y ella se enfadó, él lo arregló con ella y cuando yo le pedi una explicación él me dijo todo lo que sabía. Me preguntó si yo estaba con alguien, aunque sabía muy bien que no, me dijo que me quería, pero yo le dije que esperase, que aun tenía que aclarar las cosas... Entonces él la aceptó a ella. Ellos se habían liado antes ¿sabes? Y Él no sabía que decirle, habló conmigo y, como yo le di largas él se fue a la única opción que tenía. Eso es, por lo menos, lo que me ha contado a mi.
- ¿Te lo crees?
- Claro. Tiene esa extraña capacidad. Me mira, me sonrie y el enfado se me escapa entre las manos y la razón tambien se esfuma alzando las alas muy lejos de mi cabeza. Pero otra cosa era lo que me decía mi corazón cuando los veía juntos. Además ella nunca le dejaba conmigo a solas y siempre tenía un ojo puesto en mi, me tenía vigilada, pero aun así los dos luchamos contra ella. Él había conseguido que me olvidase de Mark, ¿tienes idea de lo que es eso? Nunca nadie lo había conseguido, pero él sí. Las clases que nos tocaba sentarnos juntos él me agarraba la mano durante toda la hora, y nos mirabamos, y nos sonreiamos. Eramos complices de caricias furtivas al cruzarnos por el camino y si ella venia nos separabamos. Más de una vez se enfadó y entonces él iba a reconfortarla.
- ¿Y eso no te molestaba?
- Sí, claro que sí. Pero es que parecía que cuando lo tenía a un metro a la redonda mi corazón dejaba de latir y se me olvidaba todo... Pero entonces ella habló conmigo, me contó cosas que él había dicho y yo le conté todo lo que me había dicho él a mi. A cada una nos manejaba a su manera, nos mentía, a las dos nos prometía el mundo. A las dos.
- ¿A la vez?
- Claro. Entonces nos aliamos por una vez y decidimos vengarnos. Lo pillamos de sorpresa pero no nos dió ninguna explicación, se rió y repitió un millón de veces que lo que él había dicho, que ella le gustaba y que a mi me quería, era verdad. Ella se enfadó, se fue y yo me quede a solas con él. Me lo repitió una y un millón de veces y me dijo que hablábamos esa tarde, que se tenía que ir a su casa.
- ¿Habló contigo?
- No. Conmigo no, con ella sí. La cogió a la fuerza y la obligó a acompañarle. Yo les vi irse pero no les seguí, sabía muy bien lo que venía acontinuación y no quería presenciarlo.
- ¿Entonces que hiciste?
- Me separé de los demas y me quedé tumbada en un banco, respirando muy hondo, intentando tranquilizarme. No podía soportar que él me hubiese engañado de esa manera, no podía aguantar verme mal otra vez por culpa de un tío. Había salido de Mark para meterme en Emanuel y me preguntaba si alguna vez con cualquier chico, saldría bien.
- ¿Que pasó al final?
- Llegó la hora de irse a clase, yo me subí, ellos ya estaban allí. Salieron corriendo sin que el profesor les viera y volvieron media hora después. Supongo que a ella se le había pasado el enfado y, que él ya había elegido con quien estar.
- ¿Y ahora qué?
- Ahora solo me queda verle la cara todos los días hasta que se acabe el curso.
- ¿No habrá más Sol y sus dos chicos?
- No. No de momento, igual en forma de recuerdos cuando venga la melancolía. O quizá haya una luz de esperanza al fondo del tunel y esto se arregle, aunque la única manera de que eso pase sería que ella se quitase de en medio y que él viniese a pedirme perdón. Y ninguna de esas dos cosas van a pasar.

domingo, 21 de febrero de 2010

Nunca me han gustado las bajadas a toda velocidad, por eso nunca subo a las montañas rusas.

Es que eres la montaña rusa de las emociones. Un día estás arriba del todo, dispuesto a poner el mundo a mis pies, me quieres, lo harías todo por mi, por verme sonreir. Y al siguiente bajas a toda veolcidad, tan rápido que me da vertigo y me esquivas, no me miras, no me hablas... Dime cariño ¿Tú te entiendes?

viernes, 19 de febrero de 2010

Dime Sol, ¿ahora que va a pasar?

- Fui una estúpida. Una completa estúpida. Debería haber entendido desde el principio que era su historia y no la mía. Que era una historia de Ellos, no de Nosotros. Que yo no estaba metida, ni involucrada, simplemente era una carta guardada para conseguir un propósito. Debería haber sabido que ellos se querían. A pesar de que ella saliese con veinte mil tíos menos con él. A pesar de que él me prometiese el mundo, y las sonrisas de todos los días. Él solo me quería para conseguirla a ella, ¿lo entiendes? Era solo un simple juego.
- ¿Lo consiguió?
- ¿A mi? No. No me consiguió. Lo intentó y si hubiese dado un solo paso más hacía donde yo estaba, me habría tirado en sus brazos sin dudarlo. Era cuestión de días, quizá incluso de varías horas a su lado.
- ¿Entonces?
- Entonces salió el rumor. El estúpido rumor que terminó con todo. La gente habla mucho, ¿sabes? Y en seguida se extendió por ahí que yo me había liado con él.
- ¿Él lo dijo?
- No. O sí. No lo sé. ¿Debería creerle si me dice que fue otra persona? Lo hice, le creí cuando me lo explicó todo. Y volví a caer en la trampa otra vez. Es verdad que nunca sabré por seguro si la persona que lo empezó todo fue su amiga, que ya había difundido otras cosas sobre mi, o si fue él. Porque ¿si no fue él, no es mucha casualidad que después de esto la haya conseguido a ella?
- Quizá..
- No. Yo la conozco, igual no hasta el fondo, pero sé lo suficiente. Se murió de celos al darse cuenta que ese que siempre había estado adorándola como si fuese su criado se había ido con otra. No lo soportó y ese día se enfadó tanto… Pero aun así no lo soltó. No dejó que él se acercase a mi para explicarme las cosas y, a él tampoco parecía importarle que yo estuviese enfadada.
- ¿Te enfadaste?
- Sí. O eso creía por las noches dando vueltas por la cama, los veía juntos en mi mente, todo el rato, y me entraba una rabia y unas ganas de llorar incontrolables. Pero luego cuando lo tenía cerca no podía no contestarle si me hablaba, no mirarle si me miraba. Y eso, que desde lo del rumor las veces que lo había hecho se podían contar con los dedos de una mano.
- ¿Entonces ellos están juntos?
- No lo sé. Yo creo que sí, siempre que estaban juntos yo desviaba la mirada. No podía soportarlo.
- ¿Y al final?
- Al final nada, esta historia aun no tiene final. Supongo que aun tendré que aclarar las cosas con Él, y ver que pasa con ellos, o con nosotros. Aunque ya te lo he dicho, mi corazón me dice que solo fui un peón en su tablero de ajedrez. Y entonces solo podré quitarme de en medio.
- ¿A pesar de todo lo que te ha dicho Él? ¿A pesar de lo que te ha hecho creer?
- Sí, a pesar de todo..

miércoles, 17 de febrero de 2010

Los amores imposibles existen: (II)

Y ahí estaban otra vez. Los rumores. Los cuchicheos a sus espaldas. Sol se giró y suspiró frustrada, Nerea se acercó a ella y la cogió por el brazo.
- ¿Hay algo que no me hayas dicho, Sol?
Sol se quedó pensando, miró por encima de su hombro a Julia, que la miraba con odio contenido. Y le vinieron a la cabeza las últimas palabras que le había dicho Em: '' Ey, mañana te voy a robar un beso. Un beso de esos que te gustan a ti, tan fuertes como el agua al romper contra un acantilado. Aunque no te dejes, te lo robaré.''
¿Sería posible que..?
- No, no tengo nada que contarte.
- ¿Segura?
- Sí.
- Emanuel y Julia se han liado.
¿Sabeis como suenan los cristales al romperse? Pues Sol los sintió clavarse en su corazón. Con fuerza. Con rabia.
- Sol, ¿tú te has liado con Emanuel?
Más fuerte. Mucho más fuerte.
- ¿Quién te ha dicho eso?
- Lo va diciendo él.
La respiración se le va, ve las mentiras reflejadas en sus ojos, el amor se le escapa entre las manos y da paso a la rabia, al dolor, a la traición.
- ¿Pero es verdad?
- No, no es verdad.
¿Y ahora qué?

lunes, 15 de febrero de 2010

Los amores imposibles existen: (I)

- Sol, ¿tú estás segura de que entre nosotros no hay nada?
- No, no estoy segura.
- Por que me viene a la cabeza eso que me dijiste una vez. Que te gustaría tener una relación secreta... Nosotros podríamos intentarlo ¿no?
- Pues no lo sé. Es que Emanuel, yo sé que no podría estar contigo.
- ¿Por qué? ¿Por lo de Julia?
- Sí, y por otras cosas.
- Porque fumo.
- Sí.
- Yo lo dejaría. Por ti lo dejaría.
- No, no lo dejarías. Son tus amigos los que te enganchan y yo nunca te pediría que dejases a tus amigos.
- Pero yo lo haría y si no lo intentamos no va a pasar.
El miedo. Las dudas. El miedo. El miedo. El miedo.
- ¡No! Para, por favor. Es que no lo entiendes, son muchisimas cosas las que nos impiden estar juntos y yo no quiero hacerte daño.
- ¿Cómo me vas a hacer daño?
- ...
- Bueno, tienes razón. No funcionaría.
Y Sol deseó con todas sus fuerzas no tener razón. Y le costó no decirle nada porque sabía que lo había elegido a ÉL, pero el miedo le comía las entrañas. Solo le pedía al cielo que Em no se cansase de esperarle..
Y que Mark, a pesar del daño que le había hecho fuese feliz. Hecharía de menos su sonrisa, y sus discusiones y sus intentos de arreglar las cosas. Eran muchos años los que habían pasado juntos, muchos momentos, muchas historias y muchos recuerdos. Y estaba segura que lloraría por las noches en silencio. Pero Emanuel lo había conseguido, le había enamorado con sus cosas, sus miradas, sus caricias. Y eso que Em era definitivamente un amor imposible.

domingo, 14 de febrero de 2010

Nunca más tendrá paciencia.

- Dime, Luis. ¿Qué le pasa? Nerea me dijo que él le había dicho que quería hablar conmigo, ¿de que?
- El solo quiere arreglarlo, Sol.
- ¡Y una mierda quiere arreglarlo! ¿Entonces por qué coño no viene? ¿Por qué no me lo queire decir?
- No lo sé, está rayado.
Sol suspiró, era imposible. ¿Por qué siempre acababa igual? Siempre era ella la que iba detrás de él a la desesperada. Daba pena. Volvió a suspirar, vió a Mark conectado y decidió lo que tenía que hacer.
- Luis dice que estas rayado.
- ¿Qué?
- Dice que querías hablar conmigo, pero que estas rayado.
Espera. Un minuto, dos, cinco.
- ¿No vas a decir nada?
- ¡No!
- Pff, pues se acabó. Estoy hasta las narices de ser yo la que va detrás tuyo para intentar arreglar las cosas. Adiós, Mark.
Cerró la conversación y se metió en el tuenti, fue a su perfil y se detubo un momento. Después se decidió, era lo mejor. Lo bloqueo en el tuenti y lo eliminó del msn.
Nunca más caería en la tentación de hablar con él. Nunca más se arrastraría de esa forma por los suelos. Se evitaría la tentación de querer saberlo todo sobre su vida. Era lo mejor.
Y no había vuelta atrás.

sábado, 13 de febrero de 2010

Cuando las mentiras te ahogan el corazón...

Los termómetros marcaban veinte grados, pero era imposible. Hacía frío. Mucho mucho frío, y Sara no paraba de tiritar. Tenía los labios morados y las mejillas cortadas. Sentía el corazón latir cansado en su pecho. El frío se le había metido en los huesos y por más que se abrigaba no conseguía sacarlo. Las mentiras le estaban ahogando y la traición le cortaba la respiración. Las dudas se arremolinaban en su mente y le hacían caer en un mar confuso de palabras y recuerdos. A cada paso que daba una lágrima rodaba por su rostro cansado y sentía miles de agujas clavarse en sus pies. Y al final su corazón se congeló de dolor.
- ¿Sara? - Fran la estrechó en sus brazos. - Sara perdóname. Te juro que no voy a volver a fumar nunca, no voy a mentirte. Voy a cambiar, voy a dejar a mis amigos, voy a dejarlo todo. Sara por favor abre los ojos.
Y Sara al escuchar su voz intentó nadar a la superficie del pozo oscuro en el que estaba metida, pero las corrientes le arrastraron más al fondo.
Quizá era demasiado tarde.

jueves, 11 de febrero de 2010

Eres como el mar una noche de luna llena.

Eres la marea de las emociones. Subes y alcanzas la orilla, me abrazas, me rozas, me quieres y luego, bajas y te vas, desapareces, tu mirada no se cruza con mis ojos y mis manos no encuentran las tuyas. Acaricias mis mejillas, sabes a sal. A veces hueles a humo, a tabaco, a vicio y yo me enfado contigo, otras veces hueles tan dulce que me entran ganas de darte un bocado. Hay días que eres como el mar cuando llega la tormenta, otros estás tan calmado que ni te me acercas. Miras la lluvia caer y luego me miras a mi, y sonríes y yo sé que te mueres por acercarte y darme un beso. Un beso tan fuerte como el agua al romper contra un acantilado. Y si estamos cerca nuestros corazones van a mil por hora, y se nos pone la piel de gallina y empezamos a temblar como cuando el mar está demasiado frío. Y hay veces que solo de escuchar tu voz aparece la corriente, corriente de agua fría, que me arrastra hacia ti y a mi solo me queda intentar luchar contra ella.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Ten un poco de paciencia: (X)

Nerea mira a Sol y le señala con la cabeza a Mark. Sol niega con la cabeza.
- ¡Va Nerea, cámbiame la apuesta! No me puedes pedir que haga eso.
- No. Habértelo pensado antes. Ve.
Sol mira a Mark, recuerda la conversación que mantuvieron el otro día. Sol se lo contó todo y Mark dijo que si lo cumplía iría a hablar con ella y todo se arreglaría.
- Mark. - Nerea le llama y él se gira y se acerca.
Sol se lanza a sus brazos. Nota su mano agarrar su cintura. Respira. Lo echa tanto de menos, pero no aguanta tener que ser ella la que arregle las cosas, cuando ha sido Mark el que lo ha roto todo.
- ¿Ya estas contenta?
Nerea sonríe y asiente. Sol se suelta y nota como el brazo de él se deshace del suyo. Siente que se va, para siempre… y está en lo cierto, una semana después Mark aun no ha ido a hablar con ella y, Sol sospecha que nunca lo hará.

¿Aun no has abierto la cajita? Ven

lunes, 8 de febrero de 2010

¡Ven!

He encontrado un rincón lleno de recuerdos prestados. Hay una cajita de terciopelo, de esas que huelen a viejo por el paso de los años. Dentro hay mil ilusiones y sonrisas pintadas, hay caricias, besos y historias, sobretodo historias...

domingo, 7 de febrero de 2010

Quiero que lo dejes, pero ¿cómo?

- ¿Qué le pasa a Elena?
- No preguntes, es una…
- ¿Una qué?
- Déjalo.
- ¿Ayer estabais enfadados o algo?
- No.
- ¿Entonces que ha pasado?
- Nada.
- Dímelo.
- No.
- Por favor, si sabes que yo no se lo voy a decir a nadie.
- Pues que yo… estaba fumado. Y ella se cabreó.
- ¿Ayer por la mañana, en clase? ¿Por eso te sentaste conmigo en vez de con ella?
- Sí..
- ¿Y por qué dices que es una…?
- Es que ella no lo entiende.
- Fran, ¿qué no entiende? Solo se preocupa por ti.
-
- Fran.
- ¡¡¡No lo puedo dejar!!!
- Te has enganchado, ¿no?
- Creo que sí.
Sara intenta retener la lágrima que amenaza con salir. ¿Y ahora que coño hace ella para sacarle de ahí?

jueves, 4 de febrero de 2010

Ten un poco de paciencia: (IX)

Em consiguió atrapar su mano al vuelo, la apretó con cariño y acarició cada uno de sus dedos, haciendo suaves ondas en la palma de su mano. Sol se quedo muy quieta, y de vez en cuando la desesperación le obligó a ella también a marcar con el dedo su mano. El rato que duró aquello no le miró, se limitó a dejar vagar su mirada en un punto fijo, intentando controlar sus emociones, pero sobretodo procurando evitar que sus mejillas se encendieran sin razón. Igual pasaron segundos, tal vez largos minutos; pero cuando Julia apareció y miró sus manos entrelazadas mientras tiraba todas sus dotes seductoras hacia Emanuel, Sol se levantó y sin girarse ni pararse siquiera a mirarle se largó de allí.

martes, 2 de febrero de 2010

Y si el miedo me coge y me mata..

Tengo miedo. Mucho miedo. Un miedo de estos que se te cuela por los huesos y te deja heladito el corazón. Tengo miedo de entrar en tu vida, en tu mente, en tus pensamientos… y sé que te estoy perdiendo. Ojala pudiese pedirte que dejases la puerta abierta, solo por si acaso pierdo el miedo que me da que se cierre conmigo dentro, así de repente, de un portazo. Es que sabes que me da pánico sentirme atada y encerrada; porque si se cierra la puerta me ahogaré por el miedo de no saber como abrir una ventana. A si que déjala abierta, o entornada, por si acaso tengo que salir corriendo. Por si acaso siento que las cuerdas me aprietan muy muy fuerte y necesito un poco de libertad. Ya me conoces, ¿no? Ya deberías saber que no soy chica de mucha compañía, que prefiero lo de ir a mi aire, sin nadie que me diga lo que tengo que hacer. Que prefiero ser yo la que controle las cosas, y poder decir basta cuando puedo ; y no, si no quiero. Por favor, no me eches, no me apartes de tu vida, pero tampoco dejes que me acerque demasiado, no es por mí, es por ti. Por favor, no te vayas, no cierres la puerta, deja un hilo de esperanza, un poquito de luz. No me dejes a oscuras otra vez. Yo te prometo que si algún día decido tirar este sentimiento por la ventana seré yo misma la que me quede para siempre encerrada, pero hasta entonces solo déjame entrar y salir a mi antojo.

jueves, 28 de enero de 2010

Ten un poco de paciencia: (VIII)

La profesora de latín murmura cosas sin sentido a la clase, pero nadie la escucha. Sol destapa sus sueños mirando el cielo azul, hace mucho rato que ha desconectado para sumergirse por completo en su mente, sin darse cuenta de que Em está mirándola, al lado suyo, apoyado en el radiador y con una sonrisa dulce en el rostro.
Pasan los minutos y al fin Sol siente un cosquilleo que le recorre el cuerpo, se siente vigilada y baja la mirada para encontrarse con los ojos de él. Sol sonríe y le mira interrogante, Emanuel al verse descubierto agacha la cabeza y ensancha su sonrisa.
- ¿Sabes? Me hace gracia cuando me miras y te ríes.
- Me gusta tu sonrisa.
Sol espera a que diga algo más, pero Em se queda callado y finge que escucha a la profesora. Esta vez es Sol la que sonríe cariñosa, pero antes hace con su pelo dorado una cortina, para que él no la descubra.

miércoles, 20 de enero de 2010

Fuera de aquí.

Vamos a hacer una cosa. Si alguna vez en tu maldita vida has llegado a pensar que podíamos tener algo, olvídalo ¿vale? No me digas que es que yo correspondía a tus sonrisas, que te miraba, que me preocupaba por ti, que mantenía tu mano entre la mía más tiempo del debido, porque ya lo sé. No me preguntes por qué, simplemente me he dado cuenta de que lo nuestro es imposible. Imposible del todo, con letras grandes, pintadas de verde fosforito. ¿Acaso vas a cambiar algún día? Yo sé que no, y tampoco te puedo pedir que lo hagas. No me digas que soy yo la que se derrite con tus sonrisas, la que busca tus ojos, la que te hace crearte falsas esperanzas. Porque te contestaré que eres tú el que lo empezaste todo, eres tú el que poco a poco te fuiste abriendo camino, eres tú el que hacía que nuestras miradas se encontrasen, eres tú el que creyó en esas falsas esperanzas. Tú no vas a dejar de ir con quien vas, y yo tampoco puedo pedírtelo. Tú no vas a dejar de fumar, y yo tampoco puedo pedírtelo. Tú no vas a dejar de hacer estupideces suicidas, y yo tampoco puedo pedírtelo. Tú con tu estúpida sonrisa no vas a dejar de hacer con ella lo mismo que haces conmigo, y yo tampoco puedo pedírtelo. ¿Lo entiendes? A mi no me gusta lo que haces y tú mismo dices que soy demasiado buena; demasiado buena para ti. Yo no puedo estar preocupada por tu culpa todo el tiempo, no sería justo.
A si que vamos a hacer una cosa, si alguna vez has pensado que esto podría funcionar, olvídalo ¿quieres? Porque aunque siento que te quiero; aunque te voy a estar eternamente agradecida por haber sacado el otro clavo; aunque en mis sueños, por las noches, crea que todo va bien, que todo puede funcionar, que todo es posible; aunque al ir de camino al instituto me diga: Hoy es el día… sé que somos demasiado distintos para poder encajar, que todo acabaría mal. Por eso no te extrañe que a partir de hoy pase de ti, de tus miradas, de tus caricias y de tus sonrisas; y no te extrañe que en el fondo piense que todo lo que estoy haciendo, todo lo que te acabo de decir, está mal.

martes, 19 de enero de 2010

Ten un poco de paciencia: (VII)

Sol andaba por la calle, volviendo del instituto. Acababa de presenciar una pelea, por lo visto el chico había pegado al amigo de su novia por haberle dado un pico, y pensaba que pasaría si le ocurriese a ella. Porque Sol sabía que si elegía a uno de sus dos chicos el que se quedase fuera no se iba a dar por vencido y, habría puesto la mano en el fuego, a que al final su historia también acabaría en una pelea.
- ¡Sol! - alguien la llamó, sacándola de sus pensamientos.
Se giró, y vio a la última persona que deseaba ver en esos momentos. Emanuel sacudió la mano, Sol se preguntó si ya le había perdonado, ella también saludo desde lejos, desde la otra esquina de la calle. Todo en pocos segundos, después, se dio la vuelta.
No quería elegir a nadie. No era el momento.

domingo, 17 de enero de 2010

Dime que es lo que ves cuando me miras a los ojos.

Mírame, a los ojos. ¿Me ves? O mejor aun, ¿qué es lo que ves? Necesito saberlo. Yo creo que si me estás mirando no me estás viendo. Seguro que estas pensando en otra. Mírame, sonríe. ¿Lo ves? Te sale esa sonrisa tan dulce, tan avergonzada, tan bonita.. Esa sonrisa que es mía, o que yo creo que es mía. Pero no puede ser. Si de verdad fuese mi sonrisa te acercarías más a mi, siempre que pudieses, como haces con las demás. ¿Entiendes lo que te estoy diciendo? No te creo. No me lo trago. O quizás sí, pero es mejor hacerse la 'no' ilusa. Ahora en serio, ¿es verdad? Por que si todo es mentira podrías irte a paseo. ¿Y si es verdad? Si es real acércate, con cuidado, con mucho mucho cuidado para no asustarme, por si acaso mi corazón se quiere alejar. ¿Estás ya cerca? Pues ven, mírame a los ojos, sonríe. Sí, con esa sonrisa que es mía, con esa sonrisa tan dulce, avergonzada y tan irresistiblemente bonita…

viernes, 15 de enero de 2010

Cierra los ojos e imaginatelo...

- ¿Marcos, no piensas a veces que te gustaría escapar?
- ¿Escapar? ¿Escapar donde?
- Irte lejos, muy lejos. A un sitio en el que nadie te conozca, nadie sepa tu nombre y puedas andar con libertad. Un sitio sin prejuicios, sin jueces, sin maltratos, sin insultos, ni frases que hacen daño. A un sitio donde se pueda rozar con la yema de los dedos el sol, las estrellas y la luna. Sobretodo la luna. Y la felicidad. Sí, la felicidad. Un lugar donde la felicidad sea pan de cada día, como el respirar, que salga sola y que todo se llene de carcajadas alegres. ¿No te encantaría?
- Claro. Pero si tú no estuvieses en ese mundo no me gustaría nada de nada.

miércoles, 13 de enero de 2010

Ten un poco de paciencia (VI)

Em está ahí. Tranquilo. Sonriendo. Y tonteando con esa chica, Julia. Sol pasa y le mira, intentando encontrar respuestas en esa mirada tan fugaz. Emanuel se para un segundo en ella, pero a Sol le parece que ni si quiera le mira a los ojos, después continua y se va. Sol lo ve marcharse, confundida. ¿Qué coño le pasa de repente?

viernes, 8 de enero de 2010

Ten un poco de paciencia (V)

Jueves por la noche. Sol al fin ha conseguido conciliar el sueño y se ha dejado arropar por los brazos de Morfeo. Su respiración es profunda y, una media sonrisa, que intenta ocultar lo mal que lo está pasando, ilumina su rostro cansado. 1:25 A.m., el móvil vibra, segundos después el comienzo de una canción resuena en la habitación oscura. Sol se despierta y mira el móvil, una perdida de él, de el que le ha hecho tanto daño. No lo puede evitar y le responde con otra perdida. Al cabo de un rato vuelve a sonar el móvil. Otra vez.
Sol escribe un sms.
- Te ha gustado eso de las perdidas tan tarde, ¿no? ¿Es que me quieres mucho o lo haces adrede?
Espera, hasta que el móvil vuelve a vibrar.
- ¿Valen las dos cosas? Pero te gusta que te las haga, eh. Te quiero.
- Uy si mira, me encanta, sobretodo porque me despiertas. Lo que más me encanta son tus cambios de opinión, hoy pasas de mi y mañana no. Ah, y que me digas que me quieres cuando estas con otra. ¡Aclárate!
Espera un poco más, se queda medio dormida, pero al final vuelve a notar la vibración debajo de su almohada. Un mensaje de Mark, lo abre.
- Con Ande solo estoy de rollo, sol. Eso que quede claro. Además, ¿tú me quieres?
- Haz un poco de memoria que me canso de decirte siempre lo mismo. Y qué mas da si tú vas a seguir mintiéndome y estando con la primera que se deja liar, ¿eh?
Sol espera, pasan los minutos, largos, cada vez más rápido. Al final se duerme y el móvil no vuelve a vibrar con ningún mensaje.

martes, 5 de enero de 2010

Ten un poco de paciencia (IV)

- Lárgate de mi vida de una maldita vez.
- Vale, si eso es lo que tú quieres…
En ese momento Sol sientió una punzada fuerte en el corazón y, en su cabeza, una lucecita se encendió. Aun faltaba algo..
- Espera, se me olvida decirte feliz año nuevo, si no te lo digo ahora me quedaré con las ganas y como no pienso volver a hablarte será peor.
- Oye, ¿Lo haces a propósito o es que me quieres mucho?
- Déjame.
- Dímelo.
- Es que te quiero mucho..
- ¿Sí? ¿Entonces porque cojones hay otro?
- Tú nunca te enteras de nada, Mark. Solo ves lo que quieres ver. No hay otro, o quizá sí. Lo único que tengo claro es que hay otro en los momentos en los que tú eres tan gilipollas de hacerme daño. En los momentos en que él viene a salvarme del llanto y me da un abrazo. En los escasos segundos que me dura el enfado contigo. Después estas tú, siempre tú. Tú que eres un capullo y yo no soy capaz de querer a quien debería querer.
Silencio, no pasa nada. Sol mira la pantalla del ordenador, esperando, como siempre. Pasan los minutos y, al final, se cansa.
- ¿No vas a decir nada?
- ¿De qué?
- De lo que te acabo de decir.
- No tengo nada que decir.
- O sea, yo te digo que te quiero y que no hay otro y tú como si nada.
- Sol, déjalo ya ¿vale?
- No quiero.
- ¿No te das cuenta de que yo paso de ti? Eres tú la que vienes siempre a hablarme.
- ¡Eres un gilipollas!
Sol cierra de golpe el portátil e intenta reprimir el llanto. Escucha su nombre y se levanta respirando hondo. Sale al pasillo y de ahí al comedor, sacando su mejor sonrisa.
Sí, eso fue lo más duro para ella, sacar su mejor sonrisa cuando su corazón se retorcía de dolor. Fingir que todo estaba bien cuando lo único que quería era tirarse en la cama y llorar. Hacer como si nada, porque era año nuevo y estaba toda su familia en casa.

viernes, 1 de enero de 2010

Quédate conmigo.

- No te vayas.
- ¿Qué?
- Por favor, no te vayas.
- ¿A dónde me voy a ir?
- No te vayas a Argentina.
- ¿Cómo te has enterado?
- Eso da igual, no te vayas por dios. No voy a poder aguantarlo. Sé que siempre te he negado cosas que tú querías, sé que nunca he aceptado algo más que una amistad y no tengo derecho a pedírtelo, pero no quiero que te vayas, te necesito.
Silencio.
- Si tú me lo pides me quedaré siempre a tu lado.
- ¡Te lo estoy pidiendo, joder!
Marcos niega con la cabeza y a Lucía se le llenan los ojos de lágrimas, le mira a los ojos y lo entiende todo. Se acerca con furia y le besa en los labios, al principio con rabia y enfado, después ante la respuesta dulce de él con cariño y esperanza.
- Si te tengo a mi lado no me iré a ninguna parte.