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No puedes imaginar cuanto te quiero, ahora los relojes pararán. acercándote a mi pelo, y tu mirada otra vez...

martes, 29 de junio de 2010

La lluvia ya no moja mi corazón ahogado por tu amor...

Sí, yo también te hecho de menos. Tanto que el sol parece no salir aunque sea un día de esos de playa. Tanto que la lluvia no moja mi corazón ahogado por tu amor. Tanto que te espero en sueños, te grito en sueños, te quiero en sueños. Tanto, tanto, tantisimo que te imagino de mil sonrisas diferentes, de mil maneras distintas. Tanto que creo verte cuando no estás y olerte cuando no estoy respirando. Tanto que siento tus brazos rodearme la cintura y que cuando se van me rompo por culpa de las grietas. Tanto que me cuesta no decir te quiero al aire creyendo que podrás escucharlo.
Tanto que nos hecho de menos por los dos ya que tú no lo haces...

viernes, 25 de junio de 2010

Las dudas consumen a Sol por dentro.

Y ahí estaban ellos dos. Sol con sus ojos cansados, pidiendo a gritos poderse dormir tranquila y Mark mirándola desde lejos.
- ¿Quieres que te haga compañia?
- Ya tengo compañia.
- Ya, ¿y?
Entonces Mark se acerca a ella y se sienta en su asiento mientras la empuja para que se ponga como un bebe acurrucado en sus piernas. Sol se queda quieta y desde lejos se le pueden oler las dudas, el miedo, el ¿por qué haces esto si tienes novia?.
Hablan, mucho, muchísimo y entonces por un momento sus ojos se conectan.
- ¿Sabes? Hace mucho que no nos peleamos.
- Ya, es que tampoco hablamos mucho como para pelearnos.
Entonces Mark abre sus brazos y le mira con esa sonrisa que saca tan pocas veces pero que a Sol le tiene loquita.
- Dame un abrazo.
Y Sol se acurruca en su hombro, respirando su olor.
- Te quiero mucho.
- Sí, ya, claro.
Y desde lejos se vuelven a oler las dudas y el: ''¿Por qué haces esto si tienes novia?.

martes, 22 de junio de 2010

El día en el que Edgar se dio cuenta lo que era en realidad.

Fuego. Quemaba. Por dentro. Por fuera. Las llamas me envolvían el cuerpo, pero no me hacían daño. Habría gritado y pataleado, intentando romper el grueso cristal transparente que me impedía salir de allí. Como una jaula. Como si yo fuese un animal, un monstruo. Pero el humo me había inundado los pulmones y apenas podía respirar. Veía al pueblo fuera de este circulo caliente, miraban expectantes, esperando a que las llamas carbonizaran mi cuerpo, esperando que cayese muerto y rendido. Jamás comprenderían que eso era algo imposible, sí, el fuego ardía, sofocaba mi alma y mi corazón pero, yo ya sabía que todo dentro de mí estaba formado por el calor de las cenizas después de una hoguera. Que aunque me hubiesen arrojado al mismo infierno yo no habría perecido ante el ardor de las brasas. Vi a mis padres, lejos, sujetados por cuerpos fuertes para que no viniesen a rescatarme. Pensé en ellos, en su dolor al perder a Lilian, en su dolor al perderme a mí.
Pensé en ellos hasta que las llamas se unieron a mi cuerpo, convirtiéndonos en uno solo.


Y este es el principio de una gran historia que me he decidido a comenzar a escribir. Espero que os guste.

lunes, 21 de junio de 2010

Ella es de esas chicas que te dejan sin respiración

Tenía las lágrimas atascadas entre las costillas, que le ahogaban en un mar salado y le impedían respirar. Las pestañas brillantes y las mejillas mojadas, más por la lluvia que por su propio llanto. Corría como si su vida dependiese de ello, hacía rato que se había quitado los zapatos de tacón y que el vestido blanco se le había pegado al cuerpo. La noche era sombría, pero a Ella no le importaba, de pronto se le habían ido los miedos a la oscuridad y a los fantasmas nocturnos, no por nada, si no porque en ese momento algo más importante le oprimía el corazón de forma escalofriante. Llegó al portal con los pies envueltos en tinta roja y tocó a su puerta con insistencia. Dejó descansar la frente contra el frío cristal, esperando, intentando no desbordarse y desmayarse ahí mismo, pero cuando Él salió por la puerta todo fue en vano. Ella se lanzó a sus brazos mientras el mar de lágrimas salía precipitado por sus pestañas y miles de escalofríos le recorrían la columna. Él le abrazó con fuerza mientras la lluvia caía a su alrededor, mojándolos enteros. Ella cayó al suelo y Él con Ella. Él solo pudo esperar a que el corazón de Ella dejase de encogerse de forma escalofriante mientras le susurraba al oido:
- Todo saldrá bien, pequeña, todo se arreglará.
Aunque sinceramente lo dudaba.

martes, 15 de junio de 2010

Las cosas cambian sin motivo alguno, Sol.

Estais los dos en el baño, solos, con los pasillos desiertos y con la compañía de la poca luz que entra por la pequeña ventana. , has pedido permiso para ir a beber agua, Él supones que lo mismo, pero ha tenido que ir al baño de las chicas porque, como de costumbre, el conserje ha cerrado el de los chicos.
Entonces Mark bebe agua y mientras Sol le observa, él levanta la vista, encontrandose con su mirada a través del espejo. Él sonríe y pone la mano debajo del grifo, para después, mojarte de pies a cabeza. Sol intenta cogerle y cuando le tiene acorralado Mark lo dice.
- Dame un abrazo.
Y Sol se lo da, con fuerza, con miedo... Mientras aspira su olor, ese que tanto hechaba de menos.

lunes, 14 de junio de 2010

Lil tiene un sexto sentido para notar el brillo de los enamorados no correspondidos.

Lil miró a Tommy por cuarta vez en lo que llevaban de clase, y por infinita vez en lo que llevaban de curso. Ya se sabía de memoria cada uno de sus gestos: Como sonreía cuando entendía un problema de matemáticas, como se mordía el labio cuando se cansaba de escribir, como miraba al cielo soñando con sabe dios que.. pero, sobretodo, como miraba a Ainara, con esos ojitos brillantes, de enamorado no correspondido. Con los mismos ojitos con los que Lil le miraba a Él.
Lil se mordió el labio con fastidio cuando el profesor le sacó de sus más profundos pensamientos y escuchó la risa de Juan a sus espaldas. Se giró y entonces se dió cuenta, Juan le miraba a ella con los mismos ojitos de amor no correspondido con los que Tommy miraba a Ainara y, con los que ella misma miraba a Tommy.





sábado, 12 de junio de 2010

Niño de los ojos verdes, te recuerdo.

Niño de los ojos verdes:
No esta bien que mires así a la gente y, mucho menos, que enamores con solo pasar. Igual tú no te das cuenta del poder que tiene tu mirada pero será mejor que cierres los ojos, o por lo menos, que no mires fijamente, porque si no tenemos un gran problema, no quiero que hipnotices a nadie y, creeme, que si no lo haces pasará.
Y es que, joder con el nene de los ojitos verdes.

jueves, 10 de junio de 2010

Aurea parece una chica fuerte, pero en el fondo no lo és.

Edgar la agarró de las muñecas con fuerza. Quería gritarle que no era verdad, que él no estaba ahí para morir en esa lucha, que Lilian volvería a ver a sus padres, que él también lo haría... Y entonces las vió, unas marcas en el bajo vientre de Aurea. Se detuvo en seco y las examinó con atención, pero Aurea fue rápida y se bajó la camiseta con velocidad.
- ¿Quién te hizo eso?
- Nadie.
- Oh, vamos Aurea...
- Nadie, Edgar. Por favor.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y Edgar quiso pedirle que no llorara, pero no sabía como, fue a abrazarla con fuerza pero recordó que no podía tocarla, a si que se quedó mirándola, esperando..
- Fueron ellos, yo era pequeña y ellos me cogieron en un callejón. Supongo que no sabían lo que yo podía hacer. No me buscaban pero me encontraron. Eran tres y uno de ellos me acosó mientras los otros reían, supongo que ya te imaginarás lo que pasó.. Se asustaron y.. - Aurea respiró hondo y se tapó el rostro con las manos. - Y tenían un cuchillo y...
- Me creía que tú eras de aquí, que esta era tu casa, que aquí estaba tu familia. Lo siento tanto...

domingo, 6 de junio de 2010

Te avisé que de que te iba a hacer daño y no quisiste escucharme...

- Te quiero.
- Lo sé, pero eso no basta.
- ¿De verdad es necesario que te vayas así? Quedaté, prometo no agobiarte. Dejarte toda la libertad que necesites...
- No. Tengo que irme. Las cuerdas que me atan a ti me estan ahogando y no puedo respirar. No es tu culpa, amor.
Y Ella se alejó con el llanto entre los pulmones, mientras Él, se quedaba con un corazón encogido y roto en la mano.

jueves, 3 de junio de 2010

Te olvidaré este verano...

...Con un zumo de naranja y un helado de chocolate en la mano. Con vestidos cortitos y sandalias de las que te hacen enseñar los dedos pintados de los pies. Con la sonrisa dibujada en los labios y los ojos achinados de la alegría. Con trencitas de las de princesa en el pelo, con los pendientes que nunca me pongo para ir a clase. Con el bikini y sin el. En la playa, en la piscina o en medio de la montaña, incluso arriba, en el cielo, o en el fondo del mar. En menorca o en Galicia, y aquí en nuestra ciudad. Con canciones de verano. Con la sal del agua mezclada con mis lágrimas. Con todo. Sin nada. Con él. Sin ti. Sin nadie.
Te olvidaré este verano y te sustituiré por otro, o igual me da por quedarme sola y libre. Sí, libre, sin ataduras, que sabes que es como más me gusta estar.