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No puedes imaginar cuanto te quiero, ahora los relojes pararán. acercándote a mi pelo, y tu mirada otra vez...

viernes, 20 de abril de 2012

No me dejéis ir

Todo esta en blanco. Cierro los ojos. Nunca me dejes ir. A veces la vida cambia. A veces sorprende. A veces derrumba. Nunca me dejes ir. Eramos todos así, fuertes, inseparables. Indestructibles. Y ahora, ¿qué nos queda?. Alguien me dijo: ''Estas cosas son las que demuestran quienes estarán en el fondo ahí para ti, y quienes estaban superficialmente'' Superficialmente, algo que es arrastrado por la mínima ola. Algo movido por la marea, arriba y abajo, arrastrado. ¿Quienes son las piedras? ¿Quienes son las tablas que te salvarán del naufragio? ¿Quienes las tormentas que te defenderán a pesar de todo? Cierro los ojos. Y cuando los abro, muchas de las personas que creía que iban a estar ahí, no estan. Algunas se han ido, arrastradas. Otras.. Otras, y esto es lo peor de todo, siguen ahí, superficialmente. Un poco más fuertes, pero no lo suficiente. Y hay cinco o seis rocas, sí, pero el dolor del adiós de esos a los que se les ha llevado la marea, hace que no quieras agarrarte a ninguna de ellas.

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Sí, será un día lluvioso y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Podemos rezar para que salga el sol, pero eso no parará la lluvia. Puedo ser tu refugio hasta que termine, por favor no pares la lluvia. Déjala caer, déjala caer, déjala caer. Por favor, no pares la lluvia.