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No puedes imaginar cuanto te quiero, ahora los relojes pararán. acercándote a mi pelo, y tu mirada otra vez...

jueves, 9 de diciembre de 2010

Porque es ella, ellas, nosotras y yo.

Ella endulza el aire con coco al pasar. Sus piernas, pálidas en invierno y doradas en verano, se balancean con el movimiento de sus caderas. Provoca, aunque quien la conoce sabe que no quiere hacerlo. Es pura. Tanto que muchos la califican de estrecha. Pero no es ilusa, si no realista, y entiende que el mundo está hecho para dar golpes, que no hay que dejarse engatusar por chicos de sonrisas bonitas, que eso acaba muy mal. A si que se mantiene al margen de los líos y de la vida más loca juvenil. Tímida, sí, pero valiente, fuerte. Tanto que afronta las cosas de cara y sin esconderse. Tanto que su corazón aguanta tormentas sin pararse. Tanto que solo llora cuando siente que si no explota, y que si por ella fuese lo haría en un rincón escondido del mundo. Es buena, santa, heroína de su vida y de la de los demás. Porque antes herirse a si misma que a quienes quiere. Es bonita, no, preciosa. Tanto que la luna se para a mirarla cuando pasa. ¿Y su sonrisa? Mágica. Porque siempre está ahí, aunque se declare peligro por torrentes y tornados en su interior. Y si está triste solo se lo ves en la mirada. En esos ojos que se le achinan al sonreír. La gente habla, y dicen que un día se escapará del mundo, que no está hecho para ella.

4 comentarios:

  1. Qué bonita descripción :)
    Besitos, http://sonriaparahacermefeliz.blogspot.com/

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  2. Leer sobre ella me ha hecho querer sonreír con muchas, muchas ganas.

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  3. Por cierto, voy a escribir el mail y, si se me va la conexión, lo guardo y te lo envío el próximo día, así no hay problemas ;)

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  4. Tercer comentario del día xD Ya está el mail, por si no lo recibes, como la otra vez, te aviso xD

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Sí, será un día lluvioso y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Podemos rezar para que salga el sol, pero eso no parará la lluvia. Puedo ser tu refugio hasta que termine, por favor no pares la lluvia. Déjala caer, déjala caer, déjala caer. Por favor, no pares la lluvia.