Ah, y tú, no vuelvas a por mí.
martes, 3 de mayo de 2011
Sonrie
Acabo de descubrir que la felicidad, tu propia felicidad, solo depende de ti misma. Que las cosas que te pasan solo influyen en ti si tu quieres que lo hagan. Por que sí, se puede sonreír aunque estés rota por dentro, y se puede sonreír de verdad, con carcajadas y brillo en los ojos. Porque da igual los besos que tengas que aguantar, los abrazos, y las miradas; se puede ser feliz. Porque sonriendo duele menos. Mucho, muchísimo menos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sí, mientras que seas sonrisas lo sean de verdad, aunque la tristeza siga ahí, sonreír es la mejor terapia.
ResponderEliminarY me alegra que decidas aplicarla :)