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No puedes imaginar cuanto te quiero, ahora los relojes pararán. acercándote a mi pelo, y tu mirada otra vez...

jueves, 11 de febrero de 2010

Eres como el mar una noche de luna llena.

Eres la marea de las emociones. Subes y alcanzas la orilla, me abrazas, me rozas, me quieres y luego, bajas y te vas, desapareces, tu mirada no se cruza con mis ojos y mis manos no encuentran las tuyas. Acaricias mis mejillas, sabes a sal. A veces hueles a humo, a tabaco, a vicio y yo me enfado contigo, otras veces hueles tan dulce que me entran ganas de darte un bocado. Hay días que eres como el mar cuando llega la tormenta, otros estás tan calmado que ni te me acercas. Miras la lluvia caer y luego me miras a mi, y sonríes y yo sé que te mueres por acercarte y darme un beso. Un beso tan fuerte como el agua al romper contra un acantilado. Y si estamos cerca nuestros corazones van a mil por hora, y se nos pone la piel de gallina y empezamos a temblar como cuando el mar está demasiado frío. Y hay veces que solo de escuchar tu voz aparece la corriente, corriente de agua fría, que me arrastra hacia ti y a mi solo me queda intentar luchar contra ella.

3 comentarios:

Sí, será un día lluvioso y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Podemos rezar para que salga el sol, pero eso no parará la lluvia. Puedo ser tu refugio hasta que termine, por favor no pares la lluvia. Déjala caer, déjala caer, déjala caer. Por favor, no pares la lluvia.