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No puedes imaginar cuanto te quiero, ahora los relojes pararán. acercándote a mi pelo, y tu mirada otra vez...

jueves, 25 de febrero de 2010

Los amores imposibles existen: (III)

Sol sube a la taquilla, todos estan en el patio o por lo menos eso cree ella, al llegar al pasillo lo ve sentado en el banco, con uno de sus amigos. Este se levanta y le sonrie.
- Emanuel quiere hablar contigo.
Sol se para y suspira, se sienta y le mira.
- Dime.
- Lo siento.
- ¿Qué sientes?
- Lo que pasó, lo que hice.
- Ya.
- Es verdad, joder.
- ¿Qué es verdad?
- Lo que te dije, que te quiero.
- Ya, a mi. Y entonces ¿que pasa con Julia? ¿Para que te la llevaste ayer?
- No pasó nada.
- ¿Seguro?
- Sí.
Entonces Sol recuerda la conversación que ha mantenido minutos atrás con Julia. Ella dice que Em se la llevó y le dijo que la quería solo a ella, intentó besarle pero ella le dió la bofetada que se merecía, después quedaron como amigos.
- ¿A quien quieres entonces?
- De Julia paso. Ella pasa de mi y yo paso de ella. En eso quedamos ayer, pregúntaselo.
- Vale.
- ¿Me crees?
- Sí.
- ¿Me perdonas?
- Sí.
- ¿Entonces...?
- ¿Qué?
Y Él se acercó a sus labios y la besó, pero Sol no se movió.
- Emanuel...
Sol
se abrazó a él, tenía unas ganas terribles de llorar, pero tenía que aguantar, tenía que ser fuerte.
- ¿Que te pasa?
- Nada.
Y Sol pensó que con ella no iba a jugar, pero aun así no dijo nada cuando Em la volvió a besar.

2 comentarios:

Sí, será un día lluvioso y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Podemos rezar para que salga el sol, pero eso no parará la lluvia. Puedo ser tu refugio hasta que termine, por favor no pares la lluvia. Déjala caer, déjala caer, déjala caer. Por favor, no pares la lluvia.