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No puedes imaginar cuanto te quiero, ahora los relojes pararán. acercándote a mi pelo, y tu mirada otra vez...

sábado, 13 de febrero de 2010

Cuando las mentiras te ahogan el corazón...

Los termómetros marcaban veinte grados, pero era imposible. Hacía frío. Mucho mucho frío, y Sara no paraba de tiritar. Tenía los labios morados y las mejillas cortadas. Sentía el corazón latir cansado en su pecho. El frío se le había metido en los huesos y por más que se abrigaba no conseguía sacarlo. Las mentiras le estaban ahogando y la traición le cortaba la respiración. Las dudas se arremolinaban en su mente y le hacían caer en un mar confuso de palabras y recuerdos. A cada paso que daba una lágrima rodaba por su rostro cansado y sentía miles de agujas clavarse en sus pies. Y al final su corazón se congeló de dolor.
- ¿Sara? - Fran la estrechó en sus brazos. - Sara perdóname. Te juro que no voy a volver a fumar nunca, no voy a mentirte. Voy a cambiar, voy a dejar a mis amigos, voy a dejarlo todo. Sara por favor abre los ojos.
Y Sara al escuchar su voz intentó nadar a la superficie del pozo oscuro en el que estaba metida, pero las corrientes le arrastraron más al fondo.
Quizá era demasiado tarde.

4 comentarios:

  1. a mi me asustan los demasiado tarde, sobre todo los que se esconden bajo la cama.

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  2. :3:3 quiza era demasiado tarde T__T

    encantador ::):) Paso a desearte un feliz san valentin tambien!! :D
    Un besote

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  3. Espero que no sea demasiado tarde...

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Sí, será un día lluvioso y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Podemos rezar para que salga el sol, pero eso no parará la lluvia. Puedo ser tu refugio hasta que termine, por favor no pares la lluvia. Déjala caer, déjala caer, déjala caer. Por favor, no pares la lluvia.