Hoy es un día de esos rojos. No es negro, porque el sol hace resplandecer todo. Ni gris, porque las cosas no tienen pintadas sonrisas tristes y lágrimas saladas. Ni es blanco, porque no estamos en la pureza de una playa desierta. Es rojo. Rojo por la pasión de tus labios. Rojo por tu mano amarrándome la cintura. Rojo por tus palabras. Rojo por tus miradas. Rojo por tus sonrisas. Rojo por ti y por mi. Rojo por nosotros.
Y mira que nunca me han gustado los días rojos, ¿sabes por qué? Porque los días rojos desencadenan un montón de días grises, y negros. Es algo inevitable.
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tal vez este rojo se ponga rosadito a la orilla del mar.
ResponderEliminarun saludo en la distancia. muy lindas las cosas que escribes.
Yo llevo tiempo sin días rojos, casi lo mismo que sin negros o grises!
ResponderEliminarvale la pena tener días negros y grises a cambio de los rojos. muás
ResponderEliminarPero los recuerdos de los días rojos hacen de los días negros y grises días más llevaderos, ¿no crees? :)
ResponderEliminarYo también quiero un día rojo.
Me encanta como escribes! Con tu permiso, me quedo por aquí :)
Muá.
los días grises y negros también pueden venir antes de los rojos. Los vemos de ese color, aunque en realidad deberían ser marrones de impaciencia (:
ResponderEliminarM encantan los dias rojos aunque tambien hace falta los azules ;) Peace!
ResponderEliminarMe gusta mucho el rojo. Pero me gustan más los días negros, combinan más con cualquier color que se les ponga encima.
ResponderEliminarPor cierto, también me gusta tu blog, te sigo! :)